Ribadesella / Cangas de Onís / Llanes / Infiesto / Colunga,

E. G. C. / P. M. / A. S. R. / L. B.

Pocas reservas, estancias cada vez más cortas, miedo al mal tiempo y mucho visitante de supermercado. Es el resumen telegráfico del sentir de los hosteleros de la comarca. Añaden que se acentúa la tendencia registrada en los últimos años de reservar a última hora, a la espera de las previsiones meteorológicas y de posibles ofertas. De momento las reservas suponen poco más del 50 por ciento de las plazas disponibles en la comarca, porcentaje aún peor que en de 2011.

El presidente de Fomento del Turismo de Llanes (Fomtur), Fernando Fernández, aseguró que las reservas para la para Semana Santa rondan el 50 por ciento de las plazas disponibles. Son unas cifras «flojas en relación al año pasado», indicó. Y aunque los clientes de la Semana Santa suelen reservar a última hora, Fernández no cree que la ocupación supere en mucho ese porcentaje. La ocupación en los apartamentos turísticos es mayor que en los hoteles, añadió. «La situación que estamos viviendo influye en todo esto, la crisis está ahí nos pongamos como nos pongamos. Nunca en la zona hubo una oferta tan amplia como la que hay ahora, una oferta además que cubre todas las posibilidades económicas de los clientes», subrayó. Los turistas procedentes del País Vasco y Madrid, seguirán siendo los que más se acerquen a Llanes estos días.

Los hosteleros de Cangas de Onís confían en que las reservas de última hora ayuden a maquillar las cifras de ocupación. Pero todo está, indican, a expensas de las previsiones meteorológicas. Las casas de aldea, con un 80 por ciento de las plazas reservadas, son las que mejor afrontan la semana . Los apartamentos turísticos tienen un 60 por ciento de las plazas reservadas. Según la Asociación de Empresarios de los Picos de Europa (Incatur), los datos son, de momento, peores que los de la campaña pasada, pero aún hay confianza en las reservas de última hora. Entre los establecimientos asociados las reservas se sitúan en un 45 por ciento.

En Ribadesella la esperanza está puesta en las reservas de última hora y el buen tiempo. El presidente de la Asociación Riosellana de Turismo Rural (Aritur), Juan Luis Toribio, señaló que las previsiones de las casas íntegras y los apartamentos son «algo mejores», porque incluyen cocina y sus ocupantes acuden al supermercado en lugar de comer fuera. Se repite la tendencia a acortar la estancia: en la zona rural están recibiendo muchas peticiones de uno o dos días. La situación mejora en los hoteles de la villa que, como el Don Pepe, tienen reservas de en torno al 75 u 80 por ciento. Eso sí, también miran al cielo y señalan que un inoportuno temporal podría pasar por agua las esperanzas de todo el sector.

El cien por ciento de ocupación en los cuatro días fuertes de Semana Santa también es un recuerdo en Colunga, aunque las reservas rondan ya el 70 por ciento. Los empresarios también señalan el descenso en el número de días de estancia.

En Arriondas, la gerente del hotel Casona del Sella, Paloma Segura, afirmó que los datos son peores año a año y no se ve luz al final del túnel. Este establecimiento sólo tiene un 10 por ciento de las reservas cerradas. También su colega David Suárez, del hotel parragués La Estrada, confesaba que el año pasado salvaron la temporada con las reservas de última hora y este año todo sigue igual: ya nadie reservar sin saber como estará el tiempo y sin esperar a ofertas de última hora.

En el concejo de Piloña, los casi un centenar de establecimientos que conforman la Asociación Piloñesa de Turismo (Aspitur), que preside Gustavo Sánchez, esperan alcanzar una cifra de ocupación similar a la de 2011, el 80 por ciento, que sirvió para salvar los datos de un mal año, que vio en el reality «Acorralados», grabado en el concejo, un balón de oxigeno. «Llevamos años sin apenas subir los precios, pero aún así sólo unos pocos afortunados tienen reservares de una semana», señaló Sánchez.