Colunga, P. MARTÍNEZ

«Para el día que hace, no me puedo quejar». Esta fue una de las frases más repetidas al final de la mañana de ayer en la villa de Colunga, que se convirtió en una suerte de tienda al aire libre, incapaz de librarse de plásticos, paraguas y demás prendas para el agua.

Coincidía la feria de artesanía «Mercaliarte» con el quinto rastrillo a favor de la ONG Solidaridad con Benín y, a pesar de que la lluvia dio poca tregua, los ánimos se mostraron en bastante buen estado. Charo Granda es una de las promotoras del rastrillo solidario y explicó que fue «muy bien, con buen tiempo hubiera sido un éxito total». Lo que sí triunfó en el pórtico de la iglesia parroquial, donde se instalaron con las donaciones hechas por vecinos y comerciantes, fueron los tortos que elaboraron allí mismo y para los que les faltó harina. «No creíamos que iban a tener tanto éxito», añadió Granda. En los cinco años que lleva funcionando en Colunga, el grupo de Solidaridad con Benín ha aportado unos 20.000 euros a los proyectos que la ONG desarrolla en la república africana.

En cuanto a la recaudación, Granda estimó que la de ayer fue un 10 por ciento inferior a la de otros años y reconoció el efecto de la intensa lluvia. Igual que lo reconocieron en la plaza del Monumento, donde una treintena de puestos se dispusieron en círculo para ofrecer sus productos de artesanía. Miguel Vázquez venía de Boal con su miel artesana y un gran garbo para las ventas. «Para como está el tiempo, no va tan mal», explicó este joven, para el que era su primera vez en «Mercaliarte». Tampoco se quejaba Sofía Menéndez, de Laviana, que hace artesanía con carbón y afirmó que «algo se vendió».

La feria de artesanía continúa hoy y la oferta turística de Colunga está de estreno. A las 11.00 horas saldrá el primer tren turístico que parará en la playa de La Griega, en el Museo del Jurásico de Asturias (Muja) y en Lastres. Además de dar a conocer la zona, la iniciativa tiene como objetivo facilitar el aparcamiento de los turistas en la villa y su desplazamiento por lugares más conflictivos, como la villa marinera de Lastres.