Profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona y anósmica

La Franca, P. MARTÍNEZ

Marta Tafalla es profesora de Filosofía en la Universidad Autónoma de Barcelona y participa en las jornadas de la Red Olfativa en su doble vertiente de profesora y paciente, ya que tiene anosmia congénita, una deficiencia sensorial que le impide percibir los olores.

-¿Cuándo se dio cuenta de que no tenía sentido del olfato?

-Mi anosmia es de nacimiento y en España no se hacen test a los niños para ver si tienen algún problema de olfato, el sistema sanitario no lo detecta. Conforme vas teniendo ocho y diez años empiezas a notar que la gente habla de cosas que tú no sabes qué son y que tienes comportamientos un tanto extraños, como que no te molesta la peste, no hueles los perfumes, tu relación con la comida es diferente... tú mismo te vas dando cuenta. Debería haber algún tipo de prueba que se hiciera a todos los niños, porque no es muy costoso y permitiría detectarlo rápido.

-¿Cómo fue su proceso?

-Es un proceso largo, coges el perfume de mamá y no notas nada, me decían que tirara la basura, que apestaba y pensaban que no lo hacía por desobedecer. La familia enseguida detecta otros problemas de salud, pero como éste no saben que existe, no se les ocurre, piensan que les estás tomando el pelo, que estás haciendo travesuras, pero no se les ocurre que a lo mejor tú no notas nada.

-¿Le trajo la anosmia algún problema de seguridad?

-Problemas graves no, pero por ejemplo cuando empecé a vivir sola se me quemó una tostadora y hasta que no la miré y la vi en llamas no notaba nada. Te das cuenta de que has de ser muy prudente. En casa tengo un detector de humos, no tengo gas, tienes que tomar precauciones de este tipo.

-¿Cómo le afecta, en su vida cotidiana, no tener olfato?

-Pues por ejemplo en la alimentación, si no tienes olfato, lo que percibes en la comida es diferente, son sensaciones de gusto, táctiles y visuales. Por ejemplo si yo tomo varios tipos de té, para mí todos tienen el mismo sabor. Realmente, cuando eres anósmico, tu percepción de la comida es muy diferente.

-¿Potencia otros sentidos?

-A mí no me lo parece, especialmente, pero es muy difícil de comprobar, porque todo esto es experiencia subjetiva que uno tiene y claro, tú no sabes lo que nota el otro. Es un relato de experiencias, pero es muy poco cuantificable, muy difícil de comunicar. Por eso, en problemas de este tipo, los niños pequeños tardan mucho en entender que ellos tienen una experiencia diferente a los demás.

-Ha escrito la novela «Nunca sabrás a qué huele Bagdag», en la que relata su experiencia.

-Sí, es una historia de ficción pero reconstruye un poco cómo se vive sin olfato. Pero la historia y el personaje son inventados porque contar la mía no tenía un argumento muy interesante... Hay una parte un poco detectivesca.