Pandébano (Cabrales),

Ramón DÍAZ

Galletas, refrescos, huevos, frutas, leche (en polvo, que la líquida se corta en la montaña con las tormentas), legumbres, el café que no falte... Todo lo que un montañero puede necesitar en su elemento, bebidas isotónicas incluidas. Un helicóptero transportó ayer más de treinta toneladas de víveres, combustible y otros productos de primera necesidad a cuatro refugios de montaña de los Picos de Europa: Collado Jermoso, Urriellu, Jou de los Cabrones y Ario. Son la mayor parte de las provisiones para el verano (lagunas otras serán trasladadas hasta Urriellu con la ayuda de mulos). La crisis también se nota en la montaña: hace unos años se subían mucho más vituallas a los refugios.

A primera hora de la tarde, en la majada de Pandébano, en Cabrales, en el corazón mismo del parque nacional de los Picos de Europa, veintidós fardos perfectamente preparados (siete para Cabrones, quince para Urriellu) aguardaban la llegada del helicóptero alquilado a la empresa Heliworks, del cangués Adolfo Nava. Tres días había tardado en preparar todo el material el equipo encabezado por el guarda de Urriellu, Sergio González Bada. Junto a él esperaban Juan Mier, Fernando Bada, Fernando Tolosa y Vicente López. Y «arriba», dos más: Emilio Huerta en Cabrones e Íñigo Garmiella en Urriellu. Otro de los empleados del refugio de la vega de Urriellu, Tomás Fernández, lesionado en un hombro desde hace unos días, se acercó también hasta Pandébano para no perder la costumbre.

El helicóptero llegó después de haber transportado veinte fardos en Collado Jermoso, con Haritz Galarraga a los mandos, Nacho Mingarro como operador y Adolfo Nava como organizador de la expedición. Heliworks lleva ya casi veinte años relizando este trabajo en los Picos. Al margen del bajón en los encargos privados, la empresa se resiente por el «cierre del grifo» de la Administración, indicó Adolfo Nava. Un ejemplo: hace unos años la empresa pública Tragsa, que se encarga del mantenimiento del parque nacional, alquilaba el aparato durante sesenta horas. el año pasado lo alquiló seis. La situación obliga a buscar nuevos horizontes: Heliworks, que ahora trabaja con el helicóptero de la empresa Helitrans Pyrinees, ha realizado tareas para Ferrari y BMW, ha cubierto la vuelta Ciclista a Portugal de 2011 y ha extendido su área de acción, antes centrada en el tercio norte de la Península, a todo el Estado.

Si en el aire se nota la crisis, en la montaña, también, aunque el refugio de Urriellu «mueve» 4.000 clientes al año y Cabrones, unos 1.300 usuarios. Claro que Sergio González asegura que si funcionan tan bien se debe a sus «precios económicos, los más baratos de España»: 31,70 euros por media pensión los no federados y 22,50 a los federados. Y todo salpicado con comida tradicional y, por supuesto, queso de Cabrales. Pero Sergio González también agudiza el ingenio para afrontar la situación: ahora se ha involucrado en el proyecto «Los anillos de los Picos», similar a otros europeos y que incluye una ruta de 105 kilómetros de longitud por todos los refugios del Parque.

El transporte de los fardos es sorprendentemente rápido: siete minutos el viaje de ida y vuelta a Urriellu, y el doble a Cabrones. Eso sí, hubo que detener el helicóptero para recargarlo con un quintal de gasóleo (el aparato «quema» 160 litros a la hora), que llegó a la majada de Pandébano en una furgoneta. Pero en cuatro horas, solventado el asunto de Urriellu y Cabrones. Ario ya esperaba su parte.