Caravia Baja, P. MARTÍNEZ

Los vecinos de Caravia Baja quieren disfrutar del mismo servicio de conexión telefónica e internet que los habitantes de los núcleos de su alrededor. Pagan la misma factura e idénticos impuestos, pero «la mitad de la semana no tengo internet, cuando no me paso dos días sin teléfono», explica Sole Alonso, una de las afectadas.

El Ayuntamiento de Caravia ha enviado las rúbricas a la dirección regional de Telefónica, junto a una instancia en la que piden que el servicio se equipare al que hay en Caravia Alta o en el vecino concejo de Colunga. Su conexión está en torno a los 56 kilobites y, a tan sólo 500 metros, disfrutan de ADSL, que la misma compañía ofrece con varios megas. En otras palabras, «hay días en que no llega nada, no cargan las páginas» apunta Iván Martínez, el encargado de recoger las firmas. Esta lentitud hizo «a más de la mitad de usuarios, al 80 por ciento, darse de baja, porque no tenían acceso al servicio», detalla Martínez. Pero ellos no se rinden y ya llevan en esta pelea tres o cuatro años. Alonso considera que el Ayuntamiento de Caravia «tiene que presionar y las compañías deberían dar lo que prometen, el mismo servicio a todo el mundo. Si tienen que invertir, que lo hagan, no son sólo ganancias», apunta esta vecina, cuya hija necesita la Red para estudiar.

A menudo los hoteles no pueden cobrar con tarjeta de crédito porque no tienen conexión y en Caravia no hay bancos. De momento, la empresa tiene «buenas palabras» y mejores promesas, pues Martínez recibió, hace dos meses, una carta «diciendo que estaba disponible en mi domicilio Internet a 6 megas».