Mestas de Con (Cangas de Onís), Alba SÁNCHEZ R.

Los vecinos de la localidad canguesa de Mestas de Con y los hijos que residen fuera, un año más, se congregaron para celebrar por todo lo alto el día grande de las fiestas en honor a San Cayetano y así demostrar su vinculación con el pueblo de sus ancestros.

Durante la mañana de ayer entre los preparativos de la fiesta se podían escuchar voces en varios idiomas, francés, inglés, alemán, demostrando cómo los emigrantes del pueblo asturiano a Europa que marcharon allá por los años cincuenta del siglo pasado han regresado un año más., volviendo a sus raíces y trayendo además consigo a sus descendientes, con sus nuevas familias orgullosas de su origen y de su pasado. También se oían frases en español con seseo de los emigrantes a Hispanoamérica, a los que se les ha pegado el acento americano, y sus hijos. Es el caso de Juan Manuel Galnares Cajigas, casado con una canguesa e hijo de una llanisca.

Desde el mediodía ya estaba todo dispuesto como manda la tradición en la casa llamada La Casona para que los mozos auparan los ramos en procesión hacia la iglesia y las mozas ayudaran con sus panderetas a llevar el ritmo por la vía principal del pueblo, lo que obligó a cortar por unos minutos la carretera comarcal AS-114. Tras la llegada a la plaza de la iglesia las mozas se arrodillaron ante la iglesia para honrar al santo.

Delante de la ofrenda, sin duda, la que más admiración causo en brazos de su padre fue la niña Julia Vega Rivero, que con tan sólo 9 meses ya sigue la tradición de la familia, vistiéndose para la ocasión de llanisca. Tras la misa llegó la tradicional ofrenda de los ramos, acompañada por la agrupación folclórica canguesa «Picos de Europa», que deleitó a los presentes. La sesión vermut dio paso a la comida familiar, que permitió cobrar fuerzas para disfrutar hasta la madrugada de la verbena que reunía al cierre de esta edición a decenas de vecinos y visitantes.