Arenas de Cabrales,

Ramón DÍAZ

Empiezan a surgir las primeras discrepancias en torno a lo ocurrido antes del desmoronamiento, el pasado día 12, del canal de la minicentral eléctrica de Arenas de Cabrales, lo que provocó la muerte de una mujer, heridas a tres personas y el derrumbamiento de dos viviendas y dos queserías. Los afectados, respaldados por varios vecinos de la zona, defienden que la empresa E.On, titular de la conducción que se desmoronó, trabajó junto al canal hasta horas antes de la tragedia. La compañía lo niega tajantemente y asegura que las obras habían concluido unos días antes.

Los afectados sostienen que E.On abrió una pista junto al canal que se desmoronó en los días previos al desprendimiento que arrasó el barrio de Llambrias. Según los vecinos, E.On trabajó, al menos, los días 8 (festivo en Asturias), 9, 10, 11 y 12, en la mayor parte de los casos hasta bien entrada la noche y, supuestamente, con maquinaria pesada (una retroexcavadora). Antes de estos trabajos, no había camino alguno paralelo a la conducción de agua, «como demuestran las fotografías aéreas que se han publicado», indicaron los vecinos.

Una de las afectadas, Dorita Díaz, que perdió su quesería en la avalancha, subrayó que el día 11 había junto a la minicentral una gran pila de grava, que se utilizó en la pista que se abrió junto al canal. Añadió que ese mismo día E.On trabajó hasta cerca de la medianoche y que aún quedó «media pila de grava», que debió utilizarse el día 12 por la mañana, pues «a las diez de la mañana de ese día ya no estaba». Esta versión fue corroborada ayer por media docena de vecinos. La avalancha de agua, rocas, lodo y árboles ocurrió unos minutos antes de la medianoche de ese mismo día.

E.On aportó una versión radicalmente diferente. Una portavoz de la compañía indicó que la empresa no abrió pista alguna junto a la conducción de agua, sino que arregló un camino. Contaba con los permisos necesarios para ejecutar esos trabajos, pues se solicitó licencia para «la reparación del camino», según la empresa. E.On negó, asimismo, haber utilizado maquinaria pesada junto a la conducción de agua. La portavoz de la compañía eléctrica fue contundente: «No es cierto que se trabajara junto al canal horas antes del incidente», ya que los trabajos habían finalizado unos días antes.

La compañía E.On señaló asimismo que el volumen de agua que arrasó el barrio de Llambrias no fue de 40 millones de litros, como señaló un integrante de los equipos de emergencias tras la avalancha, sino de 10 millones de litros. E.On continúa con las tareas de desescombro en la zona afectada por el alud.