Covadonga, Ramón DÍAZ

La finca de Les Llanes, eje sobre el que giraba el ambicioso plan del Gobierno de Vicente Álvarez Areces para dotar al santuario de Covadonga de un ascensor panorámico, un macroaparcamiento y un centro de recepción de visitantes, está en situación de franco abandono. La posesión, por la que el Ejecutivo asturiano pagó hace seis años 3 millones de euros -además de algunas prebendas urbanísticas para sus anteriores propietarios-, no recibe atención ninguna desde que se cerró la operación, lo que ha provocado el deterioro de la propiedad, en especial de la casona que la preside.

Tanto así que el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, del PP, ha solicitado al Ejecutivo regional una intervención urgente: la reparación del tejado de la casa de Les Llanes para evitar que se venga abajo.

El edil ya trasladó al Principado su preocupación por el mal estado de la propiedad, situada al pie de la basílica, en la última reunión de la comisión permanente del patronato de Covadonga, celebrada el 14 de diciembre en Oviedo. Entonces contó con el respaldo del representante del santuario, el abad de Covadonga, Juan José Tuñón.

La casona de Les Llanes, situada en un paraje idílico, aunque muy sombrío y húmedo, cercano al río Covadonga, presenta en una de sus paredes abundante vegetación. Asimismo, el tejado está poblado de vegetación y, según han señalado algunas fuentes, la casona, habitable hasta que se cerró la compraventa, tiene numerosas goteras. Hace unos meses, un «okupa» entró en la casona y permaneció en ella durante un tiempo. En el exterior, sólo la presencia -con permiso del Principado- de varios caballos permite que la maleza no invada la finca, de 12 hectáreas, y la casona.