Poo de Cabrales,

Ramón DÍAZ

Catorce alumnos del Colegio Público de Educación Básica de Arenas de Cabrales se quedarán en los próximos días sin transporte escolar y sin beca de comedor. Los afectados son los niños residentes en la localidad de Poo, que a partir de la próximas semana, a causa de una controvertida decisión de la Consejería de Educación, podrían verse obligados a ir caminando por una carretera que carece de aceras desde sus casas hasta Arenas de Cabrales. El malestar entre los afectados es patente, y el equipo directivo del centro ya ha convocado una reunión para el lunes, a las cuatro de la tarde, con la idea de debatir las implicaciones de la medida decidida en las últimas horas por el Ejecutivo de Javier Fernández.

Los padres de los catorce alumnos poícos se quedaban ayer sorprendidos al recibir una carta del equipo directivo del Colegio de Cabrales. En el escrito se indica que se ha recibido una comunicación en la que la Consejería notifica que «el alumnado cuya residencia diste menos de dos kilómetros del centro educativo no debe recibir beca de comedor, ni tiene derecho al transporte escolar». Los responsables del equipo educativo cabraliego añaden: «dada la situación nos vemos obligados a convocarles a una reunión en el centro educativo», para en ella «comentar las implicaciones de esta medida y la obligación (muy a nuestro pesar) de aplicarla inminentemente».

La reacción de algunos de los implicados no se ha hecho esperar y ya hay quien ha anunciado que luchará por salvaguardar los derechos de los alumnos. «Tengo treinta y cinco años y yo misma fui siempre en transporte escolar a Arenas», indicó una afectada, que se mostró dispuesta a «dar la batalla» a Educación.

Ocurre que Poo está a un poco menos de dos kilómetros de distancia de Arenas, por lo que Educación considera que los niños de esa localidad tienen que ir andando al colegio. Tendrán que hacerlo por las cunetas de la peligrosa AS-114, que carece de aceras y cuyos arcenes son mínimos. Hasta ahora viajaban en autobús, compartido con la línea regular. Un autobús, casi siempre medio vacío, que seguirá pasando necesariamente por Poo, pero que no recogerá a los pequeños.