Meré (Llanes),

Emilio G. CEA

A simple vista parece una simple piedra, pero de enormes dimensiones. Así que más de uno de los conductores que pasaron ayer junto a ella por la carretera del río de las Cabras, en Llanes, en el momento en que uno de los operarios la recogía con un elevador, mostró su asombro por el extremo cuidado con el que se desarrolló la maniobra. El mimo con el que fue tratada no es para menos, ya que su valor histórico y científico lo merece. La piedra en cuestión alberga nada más y nada menos que los huesos de «Quintín», un dinosaurio bípedo y herbívoro perteneciente a la familia de los ornitópodos, que vivió hace 152 millones de años, y rescatado de los acantilados de Quintueles (Villaviciosa) el pasado mes de diciembre en una compleja maniobra en la que fue necesaria la intervención de un helicóptero Chinook del Ejército del Aire.

«Quintín» viajó ayer a Meré (Llanes). Allí, la piedra de arenisca de aproximadamente 2.600 kilos de peso sobre la que están incrustados los restos del dinosaurio fue cortada por la mitad con el objetivo de mejorar la maniobrabilidad de la misma. De este modo se permitirá que los trabajos que el equipo científico del Muja va a llevar a cabo para recuperar los huesos del animal prehistórico y estudiarlos pormenorizadamente sean más cómodos.

Sin perder un solo detalle de la operación estuvieron la investigadora Laura Piñuela y el director científico del Muja, José Carlos García- Ramos. Ambos, con cámara de fotos en mano, inmortalizaron cada momento de los trabajos.

La operación comenzó pasadas las once y media cuando un camión del Ayuntamiento de Colunga llegó a Meré con los restos de «Quintín» a cuestas. Desde el camión y con la ayuda de un elevador, la piedra de dos toneladas y media -que alberga en su interior el esqueleto de dinosaurio más completo hallado jamás en territorio asturiano- fue trasladada al interior a una de las naves de la empresa Calizas Ornamentales de Asturias SL previo paso por mitad del río Las Cabras.

Allí los cuidados hacía el fósil se multiplicaron. «Hay que tomar muchas precauciones porque no sabemos exactamente las vetas que tiene», manifestó el responsable de la empresa Ricardo Álvarez Campillo. No es la primera vez que el empresario llanisco pone su maquinaria al servicio de la ciencia y del Muja en concreto, para llevar a cabo una operación de estas características. La piedra fue cortada por la mitad con una potente máquina de hilo de diamante.

«Ya hemos colaborado con el Muja en otras ocasiones para cortar piedras de este tipo, aunque nunca habíamos trabajado con una tan grande», destacó Álvarez Campillo.

Tras colocar la piedra sobre tres vigas de madera y sujetar los puntos de apoyo con escayola para que no se moviese, fue el turno de la máquina, que empleó cerca de dos horas y media en completar con éxito la operación.

Los huesos de «Quintín» fueron localizados hace catorce años, por la vecina de Quintueles Victoria Álvarez cuando se encontraba pescando.