Collía (Parres), L. BLANCO

Ni Santander, ni Madrid, ni Venezuela. María Ángeles Verde, bisnieta del novelista Benito Pérez Galdós y la parraguesa Lorenza Cobián, fallecida el pasado martes en la capital cántabra a los 73 años, eligió Collía (Parres) como lugar de descanso eterno. Un homenaje a sus veraneos con sus abuelos María Pérez Galdós y Juan Verde en la casona de El Gallán, en Bodes.

En 1959 el abuelo de María Ángeles falleció durante la estancia vacacional de la familia en el pueblo parragués. Ante el elevado coste del traslado a Madrid decidieron enterrarlo en Collía. Una situación que dejó al abuelo y yerno del dramaturgo lejos de los restos de su familia, hasta que ayer el hijo de Marián, Juan Antonio, depositó las cenizas de su progenitora en el lugar donde ella le había pedido. No faltaron tampoco ni el hermano de la difunta, Rafael, ni sus hijas Cristina y Marta Landazábal, y nietos, Marcos, Nico y Carla, que asistieron al rezo de un responso oficiado por el párroco Amaro Balbín y depositaron varios ramos de flores junto al nicho, después de que el enterrador hiciera su trabajo.

Entre los presentes estuvo también Andoni Olabarri, amigo vizcaíno de María Ángeles para el cual trabajó como secretaria durante 18 años en una empresa petrolífera de Venezuela que años después sería nacionalizada por Hugo Chávez. «Es curioso que muriese el mismo día que un personaje con el cual estaba muy lejos de simpatizar» indicó un Olabarri venido desde el País Vasco para la ocasión para despedir a «una persona entrañable, graciosa y familiar».

También estuvo el alcalde de Parres, Marcos Gutiérrez, cuya madre era amiga de la infancia de Verde en el pueblo de Bodes, y que valoró el apego de la fallecida con el concejo, a pesar de vivir en Santander. «Siempre que podía tiraba para acá y llegó a traer los restos de Pérez Galdós al concejo desde el cementerio de la Almudena de Madrid», recuerda un agradecido Gutiérrez, que en 2008 era concejal cuando Parres puso el nombre de Pérez Galdós a su Casa de Cultura.

Quizá el más emocionado fuese su hermano Rafael, quien aprovechó el día para visitar la antigua casa familiar y recordó con nostalgia la infancia. «Lo pasábamos muy bien en casa de los abuelos porque venía todo el mundo a jugar a las cartas e incluso organizar bailes», explica un Rafael Verdes que también reconoció que a los más pequeños los mandaban al piso superior de la casa y estos aprovechaban para escuchar los chistes de los mayores a través de un agujero existente entre ambos pisos, utilizando esto como ejemplo de los buenos momentos que motivaron el amor de su hermana por Bodes y Parres.

Recuerdos a los que se sumó también el primo de Marián, Luis Verde, que hizo referencia al origen de la relación de su bisabuela y Pérez Galdós. «Era una mujer liberal que hacía de modelo para pintores como Sorolla y a pesar de tener dos hijos con Pérez Galdós nunca quiso casarse con él», apuntó.