Arriondas (Parres),

P. MARTÍNEZ

«Lo entiendo, pero me afectó, porque cuido a una persona mayor y enferma y tengo que lavar ropa todos los días». Así se expresa Cleofé González Poo, una de las vecinas de Arriondas que, en cumplimiento de una ordenanza municipal, tuvo que retirar el tendedero porque daba a una calle con circulación de peatones o vehículos.

En su caso es la calle La Peruyal, ahora calle Milia La Roxa y, aunque no reside en el edificio, se hace cargo de la casa, pues cuida a su único habitante. González Poo tuvo que retirar también el tendedero de la vivienda contigua, en la que no reside nadie, y explica que todo el edificio se encontró en la misma situación.

Así hasta unos ochenta aparatos que, cumpliendo la nueva normativa, desaparecieron de las vías públicas por las que circulan coches o personas, pero no de los que dan a zonas verdes o traseras. El equipo de gobierno inició el procedimiento para eliminar los tendales de las fachadas hace un año con la publicación de un bando y dejó a continuación «un tiempo prudencial para que los quitaran. A aquellos que no lo hicieron se les comunicó por carta y a día de hoy quedan dos o tres que están cerca de solucionarse», explica el alcalde parragués, el socialista Marcos Gutiérrez. El regidor, que agradece la disposición vecinal a «intentar mejorar la imagen de la villa», señala que los tendales «daban mala imagen» y provocaban, a veces, que la ropa tendida llegase a la terraza de un bar.

Los vecinos afectados han tenido que buscar otras soluciones para secar la ropa. González Poo, por ejemplo, tiene un tendal de pie «pegado a los radiadores» y tiende otra parte de la ropa «en el baño, en la mampara de la ducha». Para ella, al menos, ha sido «una buena faena». Esta vecina tiene su vivienda en la calle Argüelles, donde «nunca estuvo permitido tender» en la fachada, y explica que allí se arregla mejor, pues tiene un tendedero en la terraza. No obstante, González lo comprende y explica que «la zona de la Peruyal cogió mucha fama, igual sí crea mala imagen para los turistas que vienen de fuera».

Por otra parte, y según la misma ordenanza, la Policía Local está elaborando «una relación de casas y edificios que tienen canalones en malas condiciones», apunta el Alcalde. Han contabilizado alrededor de una veintena y se pondrán en contacto con los propietarios o comunidades de vecinos «para que se intente subsanar». Además, y como cada año, el Ayuntamiento abrirá en mayo o junio el plazo para la exención de tasas a la hora de reparar fachadas, tejados y canalones hasta finales de agosto o septiembre.