La crisis económica desangra la comarca y azota especialmente al colectivo de los trabajadores autónomos. Si en el año 2008 había en el Oriente 7.429 autónomos, el 31 de diciembre pasado sólo quedaban 6.544. Son 885 autoempleos desaparecidos en cuatro años, un brutal descenso de un 11,9 por ciento, según los datos extraídos de un estudio realizado por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA-UGT), que ayer dieron a conocer en Llanes el secretario de esta formación sindical, Manuel Prieto González, y el secretario general del sindicato socialista en el Oriente, Alejandro Óscar Pello.

UPTA-UGT destacó que la caída del autoempleo en la comarca oriental se sitúa tres puntos por encima de la media regional e incide especialmente en los sectores del comercio y la construcción (este último, herido de muerte en la comarca tras el estallido de la burbuja inmobiliaria). Los datos adquieren aún mayor importancia, si cabe, porque el colectivo de autónomos tiene un peso importantísimo en la economía de la comarca: el autoempleo genera la mitad de los puestos de trabajo del Oriente.

Los dirigentes del sindicato socialista arremetieron contra la «política regresiva» que aplica el Gobierno del PP y que hace «mucho daño» al colectivo de los trabajadores autónomos, y abogaron su sustitución por «políticas de estímulo de la economía»; en especial, exigir a la banca que haga fluir el crédito.

El estudio de UPTA-UGT muestra que los concejos más castigados por la crisis son, con diferencia, Ribadedeva y Caravia, que han perdido desde 2008 casi el 24 por ciento de los empleos autónomos. En el extremo contrario se sitúa Amieva, único municipio de Asturias que presenta números positivos: en los últimos cuatro años los empleos aumentaron un 14,2 por ciento. De hecho, en Amieva ha crecido, incluso, un 40 por ciento el número de autoempleos de la construcción, un hecho insólito en la región.

Del resto de los municipios del Oriente únicamente Onís puede presumir de buenos números: sólo ha perdido un empleo desde 2008. Otros dos concejos, Cabrales y Cangas de Onís, han perdido menos de un 10 por ciento de sus autoempleos desde que estalló la crisis. El resto de los municipios de la comarca registra pérdidas en materia de autoempleo de entre el 10 y el 16,5 por ciento.

UPTA-UGT calificó los datos de preocupantes: «O hacemos políticas destinadas al colectivo de autónomos, o encontraremos las alas desiertas», destacó Prieto, quien señaló la agroganadería como «motor económico y dinamizador» de la comarca. «Si desapareciese el campo, desaparecerían las alas», añadió.

Prieto destacó que los bolsillos de los ciudadanos están «vacíos», lo que, unido a las subidas del IVA y el IPC y a las «políticas regresivas» del PP, provoca un «norme daño» a los autónomos, que viven de vender sus productos y servicios. Subrayó el «importante déficit de crédito» y el nulo funcionamiento de las líneas ICO. Abogó por una banca pública que gestione esas líneas ICO. Admitió la «mala gestión» en ciertas cajas, pero añadió que «con buena gestión» la banca pública funcionaría». Prieto denunció que el PP ha puesto la «alfombra roja a las grandes superficies» para que éstas se apropien «de la cuota de mercado del pequeño comercio».

Pello, por su lado, aseguró que el país vive una situación de auténtico «colapso» y exigió, como contrapartida al «esfuerzo que se pide a los ciudadanos para salvar los bancos», que éstos, a su vez, se esfuercen y «den crédito».