Con una finalidad cultural, instructiva y social nació en Arriondas el Círculo de Artesanos y, a tal fin, solicitó al Ministerio de Instrucción Pública que le enviase libros para la que sería su biblioteca. Corría el año 1913, y en dicha solicitud puede leerse textualmente: «?a fin de que la clase artesana en sus horas de ocio se instruya con su lectura».

Dicho Ministerio le envió una colección de libros ese mismo año y, en 1920, una biblioteca popular. Téngase presente que el concejo de Parres tenía en ese momento 9.348 habitantes, frente a los 5.700 con los que cuenta en la actualidad. La vida cultural de la villa era muy rica en esos años y así -en 1906- nació el periódico independiente «El Sella», el cual informó a los parragueses durante diez años. En 1918 comenzó a publicarse el semanario liberal «La Voz de Parres», cuya vida fue de sólo tres años y -en 1927- vio la luz un tercer periódico bajo la cabecera «Heraldo de Arriondas», también de breve existencia.

En este mismo año se impartían en el Círculo clases nocturnas tanto para los socios como para sus hijos y, concretamente, se podía estudiar Aritmética, Dibujo, Cálculo, Contabilidad, Geometría, Gramática, Música Instrumental y Solfeo. En 1926 se fundó la Biblioteca de la Asociación Católica de la Mujer, en Arriondas, con más de un centenar de asociadas.

El 1.º de abril de 1926 la revista «Covadonga» publicó un reportaje fotográfico del acto de colocación de la primera piedra del Círculo de Artesanos, para lo cual acudieron en procesión desde la iglesia parroquial -que aún no tenía torre- hasta el centro de la villa. Era general el deseo de dotar al Círculo de una sede amplia y confortable, con el fin de que pudiese desarrollar las múltiples actividades que programaba a lo largo del año. El domingo 28 de agosto de 1927 se ofrecía en los salones de dicho Círculo un banquete-homenaje en honor de D. Antonio Pérez Pimentel, principal promotor del Mirador del Fito; en dicho acto el señor Pimentel leyó una carta del pintor Evaristo Valle ensalzando el lugar del emplazamiento. A las cuatro de la tarde salía una nutrida caravana de entusiastas para asistir a la bendición e inauguración del mirador, como se pudo leer después en los diarios «La Prensa» y «El Noroeste».

El Círculo organizó numerosas veladas artísticas en esa misma época, las cuales tenían el éxito asegurado y su plantel de actores eran reconocidos parragueses de esos años. Su primer presidente fue don José Alonso Villanueva -conocido como «Pepín el Maquinista»- y en el año 1935 comenzaron las proyecciones de películas sonoras, desconocidas hasta esa fecha.

En 1932 hay constancia, asimismo, del Círculo Cultural y Recreativo de Arriondas. En el mismo se impartían conferencias y -en el año anterior a la Guerra Civil- ofreció su local para que se instalase en él una cantina escolar que diese servicio a las escuelas públicas de la villa, como quedó registrado en la carpeta n.º 25 sobre Educación Primaria que conserva el Archivo Municipal. El día 7 de julio de 1933 se inscribió en el Registro la Asociación Benéfico Cultural de Arriondas, cuyo primer presidente fue don Emilio Pando. En el año 1935 se presentaba el plano del solar que el Consistorio parragués pretendía adquirir para emplazamiento de las nuevas escuelas. La guerra truncó el proyecto y -ya en 1942- el mismo plano fue aprobado en Madrid, según documentación aportada por don Antonio Galán, arquitecto municipal en aquellos años.

El doctor y catedrático de Geografía e Historia don Ángel Mato Díaz, investigador especializado en historia social y estudioso de los movimientos societarios de ateneos, bibliotecas populares y sociedades culturales en Asturias (1869-1936), en su documentado libro «La Atenas del Norte» (KRK Ediciones) deja constancia de que los autores más leídos en esos años eran Blasco Ibáñez, Palacio Valdés, Pérez Galdós, Pío Baroja, Valle-Inclán y Jacinto Benavente, así como los escritores extranjeros Tolstoi, Dostoievski y E. Zola.

Asimismo -señala- Cangas de Onís tuvo una Sociedad Instructiva y Benéfica con el nombre de Círculo de Artesanos de Cangas de Onís, bajo la presidencia de Atilano Cuesta y creada en 1911; un Círculo de Obreros también constituido en 1911, así como una «Peña Obrera» en 1930.

En ocasiones los patronatos estaban formados por alcaldes, maestros, artesanos y sindicatos agrícolas, entre otros. En algunos casos los fines se especificaban en el sentido de proporcionar socorro a los necesitados y enfermos de la asociación a la que pertenecían.

En el Archivo Histórico de Asturias se conservan documentos, datos, periódicos e información detallada de estas sociedades culturales, bibliotecas y ateneos repartidos por toda Asturias, hasta en los más pequeños núcleos urbanos de hace aproximadamente un siglo.

El historiador Mato cita también la existencia de numerosas bibliotecas en el Oriente asturiano, tales como la Biblioteca Circulante de Piloña, constituida en 1923; la Pública de Sevares y la Circulante de Espinaredo, ambas de 1930; la de la Asociación de Nuestra Señora de Loreto de Colunga, de 1917; la Popular de la Colegiata de Covadonga, de 1877; la del Sindicato Agrícola «El Despertar», de Corao, constituida en 1919; la Popular de Cabrales, de 1910; la del Centro Obrero de Ribadesella, de 1932, así como la Biblioteca de la Escuela Nocturna de Obreras, también en Ribadesella. En Llanes, su Biblioteca Circulante se organizó en 1920; la de Vidiago data de 1886 y la del Centro Parroquial de Cultura de Hontoria, ya funcionaba en 1907.

El mismo profesor Mato Díaz, autor de otros libros sobre la educación reglada de la época o de carácter geográfico y etnográfico sobre el oriente asturiano, hablando de estos centros culturales de la Restauración y la República, recoge una amplia nómina de los mismos, que tanto éxito tuvieron entre las clases medias y los sectores obreros asturianos de aquellos apasionantes años. Así, reseña la Sociedad Benéfica, Cultural y Recreativa de Covadonga (1930); el Centro de Instrucción y Recreo de Ponga (1912) y el de Poo de Cabrales (1924); la Sociedad Centro de Peñamellera (1898) y la Cultural de Peñamellera Baja (1934); el Casino de Ribadesella (1923), la Cultural Riosellana de 1926; el Teatro de Llanes (1891) y «El Porvenir» (1897). La Cultural Vidiagueme, de Puertas de Vidiago, que estaba dirigida -en 1923- por la maestra y diputada Veneranda G. Manzano. También en Vidiago se constituyó la Sociedad «José Zorrilla», el 12 de febrero de 1936. Anota que en los años treinta se impartían clases nocturnas en la Agrupación Cultural y Artística de Nueva, al igual que la Agrupación «San Jorge» disponía de cuadro artístico y orfeón. Por último, Ribadedeva contaba -en 1909- con un Círculo Venatorio (relativo a la caza), que organizaba conferencias.

En ese período que va desde 1886 hasta 1936, España vivió la Regencia de María Cristina, Alfonso XIII, la Dictadura de Primo de Rivera y la II República. Medio siglo donde el carácter hispano evaluó experimentos políticos de muy variado signo y no menos heterogéneos resultados.