Huexes (Parres),

P. MARTÍNEZ

La iglesia parroquial de Nevares se quedó ayer pequeña para acoger a todos los amigos y vecinos que quisieron dar el último adiós a Rubén Peón González, el joven de 37 años que falleció el lunes por la noche atrapado por el remolque del tractor que manejaba en la localidad parraguesa de Huexes.

El aparcamiento del entorno también se agotó y los muchos coches que acudieron al funeral, celebrado a las 17.00 horas, tuvieron que buscar sitio en las cunetas más próximas. La familia del fallecido, que al día siguiente del siniestro habría cumplido 38 años, estuvo arropada por numerosísimos vecinos y amigos, algunos de ellos incapaces de contener la tristeza ante el fatal accidente. Entre los presentes también se encontraba el alcalde de Parres, el socialista Marcos Gutiérrez Escandón.

La juventud y el buen carácter de Rubén Peón, una persona muy conocida y querida en el concejo, unidos a la trágica forma en que murió, hicieron del de ayer un acto aún más emotivo.

La caja de un tractor de pequeño tamaño cayó sobre el cuerpo del joven parragués provocándole la muerte. El sonido del motor arrancado y la música en la cercana vivienda hicieron que nadie oyera el impacto.

Fue su madre, Hortensia González, quien reparó en la tardanza del joven en sacar el tractor de una nave para meterlo en otra y acudió en su búsqueda y lo encontró atrapado por el vehículo.

Los comentarios sobre la azarosa y fatal muerte de Rubén Peón aún se repetían ayer en torno al templo, pronunciados por vecinos y amigos que se sorprendían de un suceso tan imprevisible y accidental.

Tras el funeral, la madre del joven fallecido, sus hermanos Charo y Rafael Peón González, sus sobrinas y otros familiares acompañaron su cuerpo hasta el cementerio parroquial de Nevares, a escasos metros de la iglesia.