Arriondas (Parres),

-¿Qué encontrará el lector en esta Guía de Parres?

-La finalidad del texto es dar a conocer los aspectos más representativos de la historia, el patrimonio y el paisaje del concejo de Parres, siguiendo la serie de concejos asturianos elaborada por el Real Instituto de Estudios Asturianos, el RIDEA.

-¿Qué estructura tiene y en qué partes participó usted?

-Está dividida en seis partes: geografía, historia, patrimonio, tradiciones locales, itinerarios y bibliografía. Yo participé en la redacción de la parte de historia y en coordinar el trabajo de todos.

-¿Qué destaca de la historia de Parres?

-Que la configuración del actual concejo fue un proceso muy lento y muy complejo. Hasta finales del siglo XIII no aparece el nombre de Parres vinculado a un espacio y la primera causa de esto seguramente fue su propia configuración geográfica, ya que está dividido por el Piloña en dos zonas muy diferenciadas. Además, actuaron sobre él distintos poderes señoriales, el obispado de Oviedo, el monasterio de San Pedro de Villanueva y el monasterio de San Martín de Soto, que tenía el señorío jurisdiccional sobre los lugares de Soto y Llames de Parres.

-¿Hasta qué periodo histórico abarca la guía y qué hechos marcaron la época más reciente?

-La guía abarca hasta la actualidad. Tras la Guerra Civil, el concejo siguió manteniendo un marcado carácter rural, hasta estos últimos años, en los que ha experimentado un importante crecimiento debido, fundamentalmente, a dos factores: el establecimiento del Hospital del Oriente, con más de 300 trabajadores, y el desarrollo del turismo activo. El trazado paralelo a la costa de la Autovía del Cantábrico parece que va a hacer perder a Arriondas su valor como encrucijada de caminos hacia Oviedo, Cantabria y Castilla y a poner en peligro los logros conseguidos en los últimos años. Por ello, la construcción de un túnel por debajo de El Fito que la comunique directamente con la autovía se ve como mejor opción para mantener su posición central en la comarca del Oriente.

-¿Cómo se formó la villa de Arriondas?

-No tiene ningún protagonismo durante la Edad Media, es simplemente un «cellero», un centro donde se recogen los tributos perteneciente al obispo de Oviedo, que tenía el señorío jurisdiccional, pero no era prácticamente nada. En el siglo XVI ya se la menciona alguna vez como villa, con un embarcadero de tablas, y se mencionan algunas transacciones comerciales. En el siglo XVIII empieza ya a perfilarse como el principal centro de la comarca, tiene embarcadero, barca, fragua, estanco y dos posadas, una de ellas con mesón y carnicería. Y lo fundamental es que en ella ejercen su actividad dos tratantes en sidra, uno en avellanas, otro en guadañas, hierro, palas, potes de hierro y carneros y otro en préstamos y arrendamientos. Es evidente que ya es un importante centro comercial. En la segunda mitad del siglo XIX, con la llegada de la carretera y la construcción del puente, ya se convierte en el principal centro del concejo.

-¿Qué factores contribuyeron a que fuera Arriondas y no otra población?

-La situación justamente en el valle, al lado del río, justo en el punto en que se bifurcan los caminos, uno hacia las comarcas orientales y otro hacia los Picos de Europa.

-¿Cree que esta historia local es conocida por los propios parragueses?

-En líneas generales, los conocimientos que tenemos los ciudadanos sobre los espacios en los que vivimos son muy escasos, pero hay muchas personas interesadas en la historia de Parres y que han trabajado sobre ella.

-Y desde el punto de vista patrimonial, ¿qué subraya?

-Lo más significativo del concejo es la arquitectura de indianos, de la que son ejemplos el chalé de los Valle en Arriondas, La Teyería, Villa Juanita o los chalés de La Habana. Ya fuera de Arriondas están Villa Margarita y el chalé de los Abarca, en Fíos, que también construyeron la iglesia y el cementerio. Otra obra relevante del concejo es el Palacio de Nevares, cuya parte más antigua corresponde al siglo XVI, pero seguramente ya existía en la Edad Media. Otra cosa interesante son los restos que quedan de la línea defensiva que se construyó a lo largo del Sella en 1937 para detener el avance de las tropas franquistas. Pueden verse aún en La Rasa, Sobrepiedra, Pendás, Ceñal y Bode y en torno a Arriondas, los nidos del cementerio y la Teyería.

-¿Qué opinión le merece el proyecto urbanístico que se diseñó para el Palacio de Nevares, finalmente rechazado y en el que se preveía hacer más de 200 viviendas, un complejo hotelero de lujo y un campo de golf?

-No conozco a fondo el proyecto, pero habría acabado con el encanto que tiene el conjunto que forman el palacio, la capilla y las praderías que lo rodean. Es un lugar de excepcional belleza y creo que debe conservarse como está, realizando las reparaciones necesarias en los edificios.

-¿Qué construcciones tradicionales quedan de valor en Parres?

-El concejo conserva un importante número de construcciones tradicionales. En recientes trabajos de catalogación se han contabilizado unos 400 hórreos y algunos de ellos todavía conservan la decoración original, por ejemplo en los pueblos de Llerandi y Aballe. En 1988 se contabilizaron 67 molinos, aunque ahora hay menos en el concejo. Algunos núcleos, como es el caso de Aballe, Cofiño y El Otero, en la parroquia de Viabaño, son de gran interés etnográfico por la abundancia de construcciones y el especial cuidado que los vecinos muestran por mantenerlos y repararlos.

-¿Influye en esta buena conservación que no sea un concejo muy turístico, como también sucede en Piloña?

-Sí, no son concejos muy turísticos y todavía el mundo rural está muy presente. Se siguen utilizando las construcciones tradicionales porque la ganadería y la agricultura siguen funcionando.

-¿Qué fue lo más difícil en la elaboración de la guía?

-La principal dificultad es que la bibliografía que existe sobre el concejo es escasa y fragmentaria. Además, se ha perdido prácticamente la totalidad de la documentación de San Pedro de Villanueva, y del monasterio de San Martín de Soto no se tienen noticias hasta el momento en que se clausura.

Docente e historiadora

Ana Fernández Suárez es licenciada en Historia y doctora en Historia Medieval por la Universidad de Oviedo. Es profesora en el colegio de Infiesto desde el año 1991 y realizó una tesis titulada «Teverga, un concejo de la montaña asturiana en la Edad Media». Ha publicado otros trabajos, como «Los documentos del archivo de la Casa de Valdecarzana» y actualmente está trabajando con Ignacio Ruiz de la Peña sobre la figura de Rodrigo Álvarez de Asturias.

Además, ha participado en la elaboración de las guías de Amieva y Ponga y también en la de Parres, que se presenta hoy. Los otros dos autores de la parraguesa son Diego Ruiz de la Peña y Faustino Suárez Antuña. El primero es gestor cultural y licenciado en Historia del Arte y ha participado en la redacción de varios catálogos urbanísticos municipales, entre ellos el de Parres. Suárez Antuña es licenciado en Geografía e Historia y doctor y ganó el premio «Padre Patac» con una síntesis de su tesis doctoral, «Carbón para España. La organización de los espacios hulleros asturianos». Es, además, docente y vicepresidente de la asociación de arqueología industrial «Incuna».

La guía se presenta esta tarde a las 20 horas en la Casa de Cultura de Arriondas.

<«La principal dificultad para elaborar la Guía de Parres es que la bibliografía sobre el concejo es escasa y fragmentaria» >

<«Arriondas se convierte en el principal centro del concejo en la segunda mitad del siglo XIX»>