Nueve asociaciones ecologistas y animalistas manifestaron ayer su «preocupación» por la que consideran «excesiva» carga ganadera en el parque nacional de los Picos de Europa. Los conservacionstas lamentaron la «dejación de funciones» del órgano gestor del espacio protegido, que tiene como consecuencia directa la desprotección del espacio natural, como demuestra la falta de un plan rector de uso y gestión, que debió aprobarse, porque así lo exige la ley, hace 16 años.

Los ecologistas manifestaron que la actividad ganadera, como aprovechamiento tradicional, debe estar ordenada en el interior del Parque, y en el plan rector, que debe especificarse las limitaciones a esta actividad económica. «Nada al respecto ha hecho el órgano gestor, permitiendo año tras año que accedan al Parque un número elevado» de reses, «y ello sin evaluar el impacto ambiental que pudiera ocasionar al medio ambiente la excesiva carga ganadera», señalan los ecologistas.

Los ecologistas destacan que solo en el terreno del municipio de Cangas de Onís en el parque nacional subirán cinco mil cabezas de vacuno een las próximas semanas, más el resto del ganado menor y el equino, que lo hará el 1 de junio, y «todas las evidencias apuntan a que esta carga ganadera aprobada por la Junta de Pastos en Cangas de Onís, que ha aumentado en doscientas cabezas desde 2012, tiene sus efectos negativos sobre el medio natural y los tiene en abundancia, habida cuenta de que la alta densidad de ganado (como la de los ungulados silvestres) influye negativamente sobre la población de urogallo cantábrico, debido a la competición trófica, y facilita la fragmentación forestal», añaden.