Lo que debía ser un placentero reencuentro familiar en la República Dominicana se convirtió en una auténtica pesadilla y aún perdura. Una niña, a punto de cumplir 5 años de edad, nacida en el Hospital Comarcal del Oriente, en Arriondas y asentada en el Registro Civil de Cangas de Onís, además de empadronada en la ciudad canguesa, se encuentra retenida sin poder salir del país caribeño desde finales de febrero del pasado año 2012 por un supuesto error de tramitación burocrática cometido en las dependencias de la Policía Nacional, en Oviedo.

La historia se remonta al 28 de enero de 2012 cuando Glori Luz Ramírez Méndez, una joven dominicana de 21 años que reside y trabaja en la ciudad de Cangas de Onís, decide aprovechar unas vacaciones viajando a su país de origen para reencontrarse con parte de su familia y, al mismo tiempo, presentarles a su primogénita, Wendy María, a la que no conocían. Antes de emprender vuelo la madre de la criatura hubo de preparar todo el papeleo necesario para que no hubiera ningún tipo de trabas por parte de las autoridades de la República Dominicana.

Cuando madre e hija agotaban las horas previas al retorno, después del periodo vacacional, el 27 de febrero de 2012, comenzaron una serie de inconvenientes y problemas que, pese a los meses transcurridos desde entonces, todavía continúan sin visos de resolverse satisfactoriamente. Muy a su pesar, Glori Luz debió dejar a la niña con una hermana de su madre -una tía abuela suya-, ya que los responsables del Consulado de España en Santo Domingo eludieron facilitarle «un visado de tránsito para que la niña pudiese regresar conmigo a Asturias», según Glori Luz.

En su momento, antes de emprender viaje a Santo Domingo, Glori Luz estaba a la espera de la autorización de residencia temporal para su hija, pues estaba tramitándose. Entre tanto, en la Policía Nacional de Oviedo le expidieron «un simple papel para que la niña pudiese viajar conmigo», explicó ayer, lunes, Glori Luz Ramírez. «El problema es que todo se debió a un error burocrático del funcionario de turno, pues de otra manera yo hubiese esperado a tener en posesión la autorización de residencia de mi hija para viajar a mi país», aseveró.

Sea como fuera, el mismo mes de febrero que disfrutaban en República Dominicana, junto a su familia, recibía en su domicilio de Cangas de Onís la ansiada carta con la autorización de residencia temporal, rubricada por el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, el 8 de febrero de 2012 y valida hasta el 30 de septiembre de 2014. Para disponer de la preceptiva tarjeta de identidad de extranjera Wendy María debía presentarse en la Comisaría de Policía de Gijón para poner la huella dactilar.

«Lógicamente, mi hija no se pudo personar en fecha y plazo al estar conmigo en Santo Domingo, por lo que caducó», manifestó Glori Luz, pese a mostrarles con insistencia la copia del documento expedido por la Delegación del Gobierno, que le envió vía fax su madre, María Salomé Méndez, desde Cangas de Onís, a los responsables del Consulado de España en la República Dominicana. «Pasaron olímpicamente del tema», sentencia.

Vista la situación a Glori Luz no le quedó más remedio que retornar a Asturias sin su hija, a la que dejó en manos de una tía abuela suya -su madre, María Salomé Méndez, también vive en Cangas, desde hace así una década, trabajando como cocinera en un conocido restaurante y ostenta desde hace tres años la doble nacionalidad-. A partir de ahí inició un largo proceso burocrático que las mantiene en vilo, desde finales de febrero de 2012 y tan sólo las conversaciones telefónicas les sirven de consuelo.

Por si fuera poco, Wendy María Ramírez tampoco pudo continuar sus estudios en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Reconquista, de Cangas de Onís, donde estaba matriculada para el curso 2011-12, después de haber pasado por la Escuela de 0 a 3 años, aunque esperan que retome la actividad estudiantil dentro de poco tiempo. «La otra vía que tengo abierta es la solicitud del reagrupamiento familiar para que mi hija vuelva de nuevo a Asturias. Llevo varios meses esperando por la resolución, pero todavía no me contestaron», explicó Glori Luz, que es madre soltera.