A una semana del 1 de agosto, fecha en la que, en teoría, debería comenzar a funcionar la zona azul en Llanes, parece que está iniciativa está aún en pañales, para alivio de los vecinos y colectivos contrarios a la implantación de los aparcamientos de pago. Ayer no había en ninguna de las calles de la villa de Posada Herrera donde será necesario pagar por estacionar ni rastro de parquímetros o pintura azul.

Las dos semanas de prueba previas a la implantación de esta iniciativa que anunció la alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo (PSOE), el pasado 5 de julio, durante la visita a Llanes del presidente de la Junta General del Principado de Asturias, Pedro Sanjurjo, parece que quedarán en el olvido por falta de tiempo. Y es que desde el Ayuntamiento deberán hilar fino y emular al mismísimo Miguel Induráin para, a contrarreloj, cumplir los plazos prometidos por la regidora para implantar la zona azul desde el jueves de la próxima semana.

Como paso previo a la implantación de la zona azul, el Pleno del consistorio llanisco deberá aprobar en una fecha aún por determinar, la ordenanza que regule las tasas a abonar por los usuarios que decidan pagar por aparcar en el centro de la villa. Tampoco hay una fecha concreta para que la nueva ordenación del tráfico que cambiará el sentido circulatorio en diferentes e importantes vías de la villa entre en funcionamiento. Ayer, operarios municipales asfaltaban los huecos de los alcorques en la avenida de las Gaviotas. Esta vía pasará a ser de doble sentido en cuanto la ordenación del tráfico sea una realidad.

El mutismo entre los miembros del equipo de gobierno es la nota dominante durante los últimos días. Las autoridades municipales no quieren volver a dar plazos sobre la implantación de la zona azul para no volver a incumplirlos. A día de ayer los dirigentes locales seguían negociando con las tres empresas interesadas en hacerse con la concesión del servicio de la zona azul en Llanes. «En cuanto se sepa algo se comunicará», fueron las únicas palabras de los integrantes del equipo de gobierno (PSOE) al ser preguntados por este asunto.

La zona azul se implantará en la calle Pidal, prolongación de Las Barqueras, Alfonso IX, Genaro Riestra, Colegio de la Encarnación, Egidio Gavito, avenida del Sablón, calle Román Romano, calle Veneranda Manzano, y calle Hermanas Franciscas del Hospital. El parking de pago, que en principio iba a comenzar a funcionar el 1 de julio, estará vigente hasta el 30 de septiembre; de lunes a sábado, de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas. Los 30 primeros minutos solo serán gratuitos si la estancia en las plazas no se prolonga más de ese tiempo. Después, las tarifas serán de 0,50 euros la hora, hasta un máximo de dos horas, si se contabiliza la primera media hora.

En lo referente a la reordenación del tráfico está previsto el restablecimiento del doble sentido de circulación entre las calles Hermanos García Gavito y Manuel Díez Alegría. Entre la avenida de las Gaviotas y el paseo del Sablón se invertirá el sentido de la avenida del Sablón hasta la calle Hermanos García Gavito. En la avenida del Sablón se invertirá el sentido de circulación entre Hermanos García Gavito y el paseo del Sablón. La calle Venezuela pasará a ser de sentido único entre la avenida de México y la calle Cuba. La calle Juan Antonio Pesquera sufrirá también modificaciones: en este punto se invertirá el sentido del tráfico entre el tramo la calle José Sainz y la avenida de San Pedro.

La calle Manuel Díez Alegría será de único sentido entre la avenida de la Paz y la avenida de las Gaviotas, creándose en este lugar varias plazas de estacionamiento en batería. Las calles Marino Soria y Editorial Porrúa pasarán a ser de sentido único entre Manuel Díez Alegría y Ángel Pola. El vial Eduardo Junco Mendoza, finalmente, pasará a ser de sentido único, contrario al de las calles Marino Soria y Editorial Porrúa.