Borines vivió ayer una procesión de San Roque muy musical. Sobre la una y media de la tarde, tras casi una hora de misa oficiada por el párroco, Luis Marino Fernández, comenzó un cortejo en el que se fueron sumando cada vez más vecinos a los numerosos feligreses que anteriormente ya habían abarrotado la iglesia y que resultó muy animado por la participación de una veintena de miembros de la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Piedad de Oviedo. Un recorrido que llevaría desde la iglesia hasta la capilla de Borines, donde tendría lugar la bendición de los dos ramos que fueron portados por las jóvenes Marta Pañeda, Sara Fernández, Patricia Díaz, Jana Cerdán, Cristina Pañeda, Laura Velarde, Tatiana Piernes y las hermanas Julia y Sara Graña, abriendo paso al santo sostenido por Manuel Llana, Jacinto Viñas, Severino Diego y Aquilino Martínez, mientras la banda interpretaba la «Marcha Real», «Cristo Viejo», «La Soleá» y «La Dolorosa de Sevilla».