Los conflictos relacionados con el transporte escolar en Arriondas y Llanes rompieron ayer la tranquilidad que dominó el inicio de las clases en los institutos de la comarca, que suman más de 2.100 alumnos. En Arriondas, padres y alumnos de Castañera se manifestaron en protesta por la pérdida del derecho al transporte y al comedor escolar. En Posada de Llanes, varios alumnos se quedaban en tierra al no haber plazas suficientes en los autobuses escolares.

l Llanes. En Posada, varios niños -algunos de 11 y 12 años- se quedaban en tierra, solos, a las siete y media de la mañana, al no haber plazas suficientes en el autobús escolar que debía trasladarlos hasta el Instituto de Llanes. Varios de estos alumnos ya habían llegado hasta Posada en taxi, pues procedían de otros pueblos. Los chavales tuvieron que ser trasladados hasta Llanes por algunas madres de Posada. Las protestas de los progenitores ante la dirección del centro no sirvieron para resolver el problema, y cuando concluyeron las clases algunos niños tuvieron que regresar a sus casas en vehículos particulares. Con el agravante de que uno de los autobuses escolares llegó al Instituto a las tres menos veinte de la tarde y los niños esperaban desde las dos y cuarto. Algunos de los pequeños habían salido de sus domicilios a las siete de la mañana.

Varios padres afectados anunciaron ayer que hoy acudirán hasta la parada del autobús escolar de Posada para que sus hijos lo tomen «sí o sí». Educación arrebató el pasado curso escolar los dos primeros cursos de Secundaria al Colegio Público de Posada, pese a las protestas de los padres, y obligó a los niños, de entre 11 y 13 años, a acudir al Instituto de Llanes, que suma 682 alumnos (676 el curso pasado) y 78 profesores. Según su directora, María Jesús Beneitez, el centro no tiene ninguna necesidad importante.

l Arriondas. Más de cien padres y alumnos de Castañera protagonizaron una protesta contra la retirada del transporte escolar de los niños del pueblo. Los afectados son 72 alumnos de Educación Infantil, Primaria y 1.º y 2.º de la ESO del Colegio Público Río Sella y el Instituto El Sueve de Arriondas, a los que la Administración retiró este año el derecho a transporte, al considerar que sus casas se encuentran dentro del área urbana de la capital del concejo. Los vecinos de Mermellina y Santianes del Terrón se encuentran en la misma situación.

Este argumento es desmentido por los padres de los alumnos, que aseguran que Castañera tiene entidad propia y por lo tanto es una población distinta a Arriondas. «En el DNI pone que somos de Castañera y no de Arriondas», señalaba ayer el representante de los padres Jesús Manuel Zazo, recordando además que el pueblo se encuentra a más de kilómetro y medio del centro escolar. «Estamos a 1,8 kilómetros y por lo tanto no podemos ser excluidos de este derecho», indicó, además de criticar que una de las líneas que va al colegio y pasa por la parada de Castañera no se detenga en la marquesina. «Ponen un autobús de cincuenta plazas para traer a siete niños y los nuestros ven cómo pasa de largo», comentó el también padre Fernando González.

Los padres continuarán con las movilizaciones hasta obtener una solución. Ayer protagonizaron una marcha a pie desde Castañera hasta el centro escolar. Los manifestantes se desplazaron por la calzada portando pancartas y haciendo ruido con silbatos y todo tipo de artilugios. «Si no toman medidas no sé cómo me las arreglaré para traer a mis dos hijos al colegio», declaró Beatriz Blanco, que consideró un agravante el horario a jornada partida de 9 a 12.30 horas y de 14 a 15.30 horas al tener que hacer cuatro desplazamientos. Uno de los aspectos que más preocupa a los padres es que el derecho a transporte escolar va ligado al de comedor gratuito. «Con este recorte tendremos que pagar sesenta euros al mes de comedor y unos cinco o siete euros al día de taxi», sostuvo Fernando González, advirtiendo que la distancia al centro escolar y la falta de transporte familiar obligará a muchas familias a utilizar taxis; sobre todo, los días de mal tiempo.

Los padres de los alumnos criticaron que tanto desde la Consejería de Educación como desde el propio centro no se les haya informado con suficiente antelación sobre esta supresión, pues únicamente se utilizó un cartel en la puerta del colegio para comunicar la modificación. «No podemos hacer más que acatar las órdenes de arriba», se defendía ayer la jefa de estudios del centro, Mercedes García. «Claro que les respaldamos y no entendemos por qué algunos padres quieren culpar al centro», añadió.

Mientras, el Ayuntamiento de Parres mostró su incondicional respaldo a los padres y anunció que ya está tomando medidas para intentar subsanar la situación. «Castañera es una entidad independiente de Arriondas y por tanto la razón la tienen los vecinos», apuntó ayer el alcalde de Parres, Marcos Gutiérrez (PSOE), que espera mantener contactos en los próximos días con las consejerías de Fomento y Educación para resolver el problema.

El Instituto El Sueve sumaba ayer 159 alumnos (las matrículas aún están abiertas en todos los institutos de la comarca), uno más que en el curso anterior y cuenta con 25 profesores. Nueve educadores han decidido dar 21 horas, en lugar de las 20 estipuladas para mejorar la atención a los alumnos. El director del centro, Agustín García, confía en la llegada de un profesor más para crear dos grupos de diversificación (ahora hay uno).

l Cangas de Onís. El Instituto Rey Pelayo, con unos 500 alumnos (504 el curso pasado) y 75 profesores, inauguraba ayer cafetería. Fue la principal novedad en un centro cuya principal necesidad es la modernización de la infraestructuras, en especial de los edificios Vázquez de Mella y la antigua FP, casi centenarios, según subrayó el director, Benjamín Argüelles.

l El Instituto de Luces (Colunga) abrió el curso con unos 230 alumnos, por los 250 del curso anterior, y 43 profesores. La mayor necesidad del centro es la modernización de la infraestructuras y de la maquinaria. El centro cuenta con una explotación ganadera con cerca de 50 animales. Con sus propios medios el centro está acondicionando unas antiguas viviendas como aulas taller, señaló la directora, Elsa Carbonell.

l El Instituto de Infiesto suma este curso 318 alumnos, tres más que hace un año, y 53 profesores, y no tiene necesidades importantes en materia de equipamiento, según su director, Argimiro García. La principal carencia es la deficiente red interna, que hace que, pese contar con conexión ADSL, la velocidad sea insuficiente.

l El Instituto Avelina Cerra de Ribadesella tenía ayer matriculados 248 alumnos, dos menos que en 2012. Con 40 profesores, el centro no tiene grandes necesidades, salvo algunas plazas por cubrir, lo que sucederá en unos días, indicó su directora, Miriam Pando.