Las residencias de Arriondas y Lastres tendrán que esperar a que el Gobierno del Principado resuelva sus respectivos contratos para iniciar unos nuevos y poder ejecutar las obras, en el primer caso de ampliación y en el segundo de construcción. Así lo anunció ayer la consejera de Bienestar Social, la socialista Esther Díaz, durante su visita al centro de apoyo a la integración (CAI) de Arriondas.

Díaz, que también visitó el concejo de Onís, apuntó a procesos administrativos "complejos" y evitó dar más fechas que la ya conocida licitación de la ampliación del centro parragués este año. Ambos equipamientos son proyectos con casi una década de recorrido, pues el que prevé aumentar las plazas para mayores en Arriondas data de 2006, año en que la futura residencia de Lastres ya tenía lista de espera.

Ahora, ocho años después y por diferentes motivos, Bienestar Social ha decidido romper los contratos con las empresas que inicialmente iban a construir los equipamientos y debe licitar las obras para formalizar unos nuevos. La ampliación de la residencia parraguesa es "una necesidad en la zona", según destacó ayer Díaz en presencia del alcalde del municipio, el también socialista Marcos Gutiérrez; el director general de Políticas Sociales, Enrique Nuño, y el gerente de FASAD, José Luis Palacio. La Consejera aseguró que para su departamento éste es un "objetivo a cumplir" que "tiene dificultades en la tramitación", pues se trata de una obra que lleva varios años adjudicada y cuya construcción se ha demorado "más de lo deseable". Bienestar Social está ahora "en fase de resolver el contrato con la empresa", unos trámites "algo complejos" que el departamento regional tratará de salvar para "incorporarlo a la prórroga presupuestaria y ponerlo en activo cuanto antes", aseguró la Consejera. Díaz cuenta con sacar la licitación este año y precisó que "la puesta en marcha de la obra va a depender del trámite de resolución del contrato con la empresa". En este mismo punto está la construcción de la residencia de Lastres, paralizada por segunda vez el pasado mes de octubre por unos supuestos impagos denunciados por Conavinsa, la adjudicataria, que resultaron ser descuentos debido a la sanción que el Principado le impuso por la primera paralización, que la llevó a incumplir el contrato.

Díaz aseguró que Conavinsa abandonó la obra en Lastres "por razones unilaterales" y que presionó para que el Principado retirara la sanción impuesta por los servicios jurídicos. "Cosa que no está ni en mi mano ni en la mano del gerente", añadió la Consejera. El proceso de la residencia colunguesa se encuentra ahora "en el trámite de resolución del contrato", una fase que se puede dilatar, puesto que tras los servicios jurídicos "tiene que ir al Consejo Consultivo, que tiene sus tiempos y no son cortos", señaló Esther Díaz. La Consejera destacó que queda "muy poco para terminar esa instalación" y calificó de "perversidad" la insinuación de la oposición colunguesa sobre que la residencia se paralizó para inaugurarla antes de las elecciones.

En el CAI de Arriondas, finalmente gestionado por FASAD contra la voluntad de la asociación que agrupa a las familias, se ha producido un "tránsito estable y tranquilo" del equipo anterior al actual, que cuenta con unas "condiciones físicas extraordinarias", aseguró el director del centro, Francisco Díaz.