Ya pueden decir los mapas lo que quieran, Sajambre es Asturias. Lo ha sido siempre, por más que los políticos hayan pintado las rayas al tuntún: demasiado al Norte en este caso. En Sajambre hablan, viven y sienten como en Asturias. Estudian en Cangas de Onís, acuden al Hospital de Arriondas, elaboran queso de los Beyos, practican deporte en equipos del Oriente, juegan a los bolos, beben sidra, tienen hórreos, domina el verde, siempre miran primero al Norte y el agua de los ríos avanza en la dirección correcta. ¡Ah, y leen LA NUEVA ESPAÑA! Está claro que ellos tienen la última palabra, y si quieren seguir perteneciendo administrativamente a León, están en su perfecto derecho. Pero son asturianos, por cultura y por historia. En el Instituto de Cangas de Onís siempre estudiaron sajambrinos -recuerdo con cariño, por ejemplo, a la risueña y simpática Adela-, y todos los considerábamos asturianos. Si un día quieren volver a casa, los acogeremos como merecen, con los brazos abiertos.