"Una tomadura de pelo y un abuso de poder". Así califican su situación los propietarios afectados por las ocupaciones temporales de terrenos ejecutadas en 2007 cuando comenzaron de la autovía del Cantábrico entre el puente de la Parres y Pendueles. Se sienten "ignorados y maltratados" por todo el mundo. Las fincas que aquel momento eran llanas y productivas han quedado en pendiente y romas, tras ser utilizadas durante las obras como vertedero, aspecto este que no venía reflejado según los afectados en el contrato de cesión que firmaron.

Desamparados tras batallar en diferentes frentes con el Ministerio de Fomento, la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Llanes solicitan que, como mínimo, se recuperen los antiguos pasos de servidumbre a las fincas y se compacte la tierra, pues ni la maquinaria agrícola puede acceder con garantías a ese lugar. Hace unos días un propietario contrató una minipala para cercar su terreno y la máquina se hundió sobre la tierra. Son múltiples también los pozos visibles que han quedado en el terreno.

Los 17 afectados recibieron hace un mes y medio la visita de representantes de Carreteras y Coprosa, constructora de la autovía. "Nos dijeron que nada de lo que hacían nos parece bien y que si no estamos contentos con cómo quedaron las fincas que pidiésemos la expropiación", aseguraron Santos Romano y Francisco González. "Nos pidieron que les enviásemos un plano de cómo estaban antes las entradas de la finca, cosa que hicimos y todavía no hemos recibido respuesta alguna", dicen. Los propietarios se sienten engañados y abandonados. Según explican, la alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo, no ha querido recibirles. "Dice que no tiene competencias, pero en las expropiaciones aparecen las firmas de varios concejales", aseguran.

El otrora fructífero y llano valle de La Mier, en Parres, es hoy un terreno romo, con una pendiente media del 16 por ciento. Antes se plantaba maíz, patatas, verduras o legumbres. Hoy es una escombrera donde solo hay piedras, raigones y plásticos. "Nos engañaron", claman los vecinos.