En la cueva de Les Pedroses, en la localidad riosellana de El Carmen, hay pintura y grabados rupestres de la época del Magdaleniense inferior y medio y también enormes raíces de eucaliptos actuales. Las indeseadas habitantes de la gruta miden hasta siete metros y en 2008 dejaron de medrar gracias a que se cambió la puerta de acceso, antes maciza, por una con rejas.
Alfonso Millara es el encargado de las cuevas y explica cómo al poner la nueva puerta -con fondos europeos, del plan Prever- "y no haber tanta condensación, la cueva recuperó su humedad normal". Desde entonces las raíces de eucaliptos están "estabilizadas y no han crecido más", añade. Algunas fueron eliminadas por el propio Millara de forma manual y la conquista del resto no ha avanzado en los últimos años. En la actualidad, el estado de humedad de la cueva es "más parecido al original", señala el encargado, a aquel que ha permitido conservar las pinturas rupestres los últimos 18.000 años. Millara destaca, asimismo, que se han cortado muchos eucaliptos en la parte superior de la gruta, lo que también ha favorecido que las raíces no vayan a más. Les Pedroses estuvo abierta y recibió visitantes hasta hace unas dos décadas y por las últimas declaraciones del director general de Patrimonio, Adolfo Rodríguez Asensio, no parece que su apertura, deseada en Ribadesella, vaya a ser una realidad pronto.
En la cueva riosellana se hallaron, entre otras representaciones, conjuntos de animales acéfalos, un tipo de representación "frecuente en los santuarios paleolíticos", como explican los arqueólogos Francisco Jordá Cerdá y Manuel Mallo Viesca en una publicación de la revista "Nailos. Estudios Interdisciplinares de Arqueología" editada el pasado mes de enero. En la misma señalan que la técnica empleada en Les Pedroses, tanto en los grabados como en las pinturas, "es la propia de Altamira: Magdaleniense inferior y medio cantábricos". Aprecian, no obstante, que los grabados se realizaron con anterioridad a las pinturas y describen que la cueva de El Carmen "no tuvo una gran importancia como yacimiento arqueológico desde el punto de vista industrial y económico", sino que su "gran interés reside en la extraordinaria información que, tanto artística como religiosa, ofrece el conjunto rupestre situado en su galería Noreste". La sucesión de técnicas y estilos que allí se encuentra les ha llevado a pensar que en el "santuario" de El Carmen intervinieron tres grupos de personas en momentos diferentes.
