Las rosas rojas inundaron ayer la iglesia de San Martín de Arriondas y la capilla de Barréu para honrar a Santa Rita, patrona de lo imposible y de los funcionarios de la Administración local. La jornada amaneció con lluvias abundantes, que, a pesar de remitir para el mediodía, chafaron la procesión de la capital parraguesa y menguaron algo la asistencia a la celebración riosellana.

Sin embargo, la fe en Santa Rita de Casia pudo con todo, llenó el templo parragués y cubrió las columnas exteriores de la capilla de Barréu con entre 800 y 900 rosas rojas. En Arriondas las flores se colocaron rodeando la imagen de Santa Rita, y este año contaron, por primera vez, con la bendición de Juan Antonio Menéndez, obispo auxiliar de Oviedo desde junio del año pasado. El sacerdote fue vicario episcopal del Oriente entre 1991 y 2001, fechas en las que vivió en uno de los pisos que tiene la diócesis encima de los salones parroquiales de Arriondas.

Le acompañaron varios párrocos de municipios de la comarca, entre los que se encontraba Amaro Balbín, cura de Arriondas y arcipreste de Covadonga. El sacerdote finalizó la misa señalando que el de Parres es el único ayuntamiento de Asturias que ha solicitado -tras una propuesta del PSOE, con mayoría en el gobierno local- romper el concordato con la Santa Sede, aunque parte de su Corporación acudió a la celebración religiosa. En primera fila estaban el alcalde, el socialista Marcos Gutiérrez, y el primer teniente de alcalde, Emilio Longo; en otra zona se encontraba el presidente del PP parragués, José Ángel García.

Por otra parte, a la localidad riosellana de Barréu llegaron centenares de rosas procedentes del concejo y de otros municipios vecinos, que fueron colocadas en una malla habilitada para la ocasión en las columnas de la capilla. El párroco, José María Orviz, bendijo las flores a la vuelta de la procesión y antes de oficiar la misa, durante la que agradeció a los integrantes de la asociación colunguesa La Huella que acudieran a Barréu caminando para honrar a Santa Rita. La celebración en la localidad riosellana concluyó con la entrega de las flores bendecidas y estuvo animada por la música de cinco gaiteros.

En Cangas de Onís, alrededor de un centenar de funcionarios y empleados públicos celebraron Santa Rita junto a miembros de la Corporación.