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Más que alimentos en Arriondas

Tres asociaciones de discapacidad y salud mental se nutren en la comarca de los productos de sus huertos ecológicos

La presidenta de la asociación Profesionales del Comercio de Arriondas, Nieves Martínez, en el puesto de Intermón Oxfam. p. m.

Arriondas, P. MARTÍNEZ

Cultivan la tierra, pero el fruto que obtienen es mucho más que alimento. Las asociaciones "Afesa" (Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias), "Emburria" y el centro Don Orione (estos dos dedicados a las personas con discapacidad intelectual "y otras muchas capacidades", como les gusta decir) trabajan con sus usuarios de la comarca en proyectos de agricultura ecológica. Las tres dieron a conocer la actividad en la primera feria de Comercio Justo y Consumo Responsable que el colectivo "Parres-Kinshasa" organizó ayer en Arriondas.

Dedican la mayor parte de su producción al autoconsumo de los usuarios y sus familias o, en el caso del centro que Don Orione tiene en Posada de Llanes, al abastecimiento de las 130 personas que comen y cenan allí de lunes a viernes. Por eso, su objetivo no es tanto la venta como los muchos beneficios que la tierra proporciona a sus usuarios.

Isidro Galán es el monitor que lleva el huerto en el Don Orione junto a ocho usuarios del centro. Es el proyecto con mayor andadura de los tres presentes en Arriondas y explica que, además del "ahorro y la mejora en calidad", les interesa que les vayan a conocer "para que vean lo que pueden trabajar". Quienes se pasaron ayer por la feria parraguesa pudieron comprobar in situ la vida que brota en el centro llanisco, cuya producción ecológica lleva tres años certificada como tal por el Copae (Consejo de la Producción Agraria del Principado de Asturias).

Los diez usuarios de "Emburria" que cultivan una huerta ecológica en Cangas de Onís recibieron este mismo aval hace unos meses. Cultivan la finca que les ha cedido un vecino y lo que sacan lo venden "en un grupo de consumo que forman las familias de 'Emburria', aunque unos siete u ocho hoteles y restaurantes recogen su cesta una vez a la semana", apunta Julia Arandojo, la monitora que lleva la actividad.

El huerto es, además de una fuente de recursos, "una manera de que aprendan, de que se hagan independientes, de que tengan una obligación", enumera Paloma Aroca, madre de una usuaria y voluntaria. En la delegación parraguesa de "Afesa" dedican dos días semanales a la huerta que han puesto en marcha en la finca que les ceden de forma gratuita en Arriondas. Lo que cultivan también es para el autoconsumo y tienen en proyecto ampliar el ciclo productivo cuando reciban una subvención de la que están pendientes y que les permitirá ir más días a aprender y nutrirse de lo que la tierra les da.

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