La Consejería de Cultura presentará una solicitud para monitorizar las cuevas con arte rupestre a través de un proyecto europeo, según anunció ayer el director de Patrimonio Cultural, Adolfo Rodríguez Asensio. Lo hizo en la inauguración de la exposición "Los 13 de El Sidrón" en el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, en Ribadesella, donde permanecerá hasta el 28 de septiembre.

Asensio destacó que la monitorización de las cavidades asturianas -de las que una mayor parte está en la comarca- ya se está haciendo "con algún proyecto concreto", aunque la intención del Gobierno regional es ampliar este sistema que mide factores como temperatura, humedad, gases y partículas en suspensión en el interior de las grutas.

Esta propuesta, recomendada por expertos como el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Sergio Sánchez Moral y respaldada por el Consorcio de Entidades para el Desarrollo Rural del Oriente, estaba "en la mente" de la Dirección General de Patrimonio, según declaró Rodríguez Asensio.

El político reconoció que "puede haber más niveles y más desarrollo" de monitorización, una aspiración en la que encaja el proyecto que pedirán a la Unión Europea. "Estamos preparando una petición para una convocatoria que termina el 3 de julio", avanzó el director de Patrimonio. Rodríguez Asensio visitó la exposición sobre los resultados de las investigaciones en el yacimiento de El Sidrón junto a su responsable, Marco de la Rasilla, quien sedujo al público con la explicación de cuándo, cómo y por qué llegaron los 2.100 restos óseos de trece individuos neandertales al interior de la cueva piloñesa. Lo hicieron a través de conductos verticales y arrastrados por el agua desde la parte superior de la gruta, una zona hacia la que los investigadores avanzan en la excavación. Una docena de personas, encabezadas por De la Rasilla, trabajan este mes en El Sidrón, concretamente en la galería del Osario. "Aparte de la zona donde siempre trabajamos, hemos abierto otra, en la propia galería, que pensamos que puede ser interesante", explicó el arqueólogo.

Los neandertales de El Sidrón vivieron hace 49.000 años en el exterior de la cueva donde se hallaron sus restos y practicaban el canibalismo. Esto se sabe por "las marcas de corte halladas en los huesos, los impactos de fractura y las mordeduras humanas", enumeró De la Rasilla, ante un público amante de la Prehistoria y que pudo ver en la muestra réplicas exactas de estas piezas. Una de las líneas abiertas por la investigación es la de saber si este canibalismo era ritual o alimenticio, aunque la falta de evidencias hace que los científicos se decanten, por el momento, por el segundo, con independencia de lo que pudieran deparar futuros resultados de su trabajo en la cueva.