El mejor queso cabrales del mundo producido este año salió de la quesería Maín, de Sotres, y fue elaborado por Jésica López Fernández y su marido, Javi Díaz. Ambos jóvenes se hicieron ayer con el primer premio de los quesos y también de los lotes, un pleno que refleja la calidad de un producto que llevan ocho años elaborando. La pieza pesó 2,3 kilos y acabó en manos de Alfonso Toyos y su hermano Daniel, de la tienda "El Campu la Llera", en la plaza de abastos de El Fontán, en Oviedo. Los ovetenses pagaron 3.000 euros -el año pasado la pieza alcanzó los 2.300- en una puja muy reñida con un restaurante pongueto. El queso se marchó finalmente para la capital, donde será comido por los clientes de los hermanos Toyos, para quienes fue su primera subasta.
La elaboradora, Jésica López, no se creía que el jurado la hubiera nombrado ganadora absoluta del certamen, después de que en 2011 ya ganara el premio al mejor queso. El presentado ayer tiene una maduración de diez meses en una cueva a 1.500 metros, en Maín, explicó la joven antes de describir al queso como una pieza "mucha cremosidad y buen sabor". Estas fueron precisamente las cualidades que minutos antes de conocerse el fallo destacó una de los nueve catadores, Feli Pidal, del Consejo Regulador del Cabrales, quien subrayó que "la media es muy buena, con buena textura y buen sabor". La experta añadió que la calidad del cabrales mejora con los años.
Bajo una carpa abarrotada de público atraído por el certamen y por el buen tiempo en Arenas, los 19 elaboradores participantes -uno más que el año pasado- ofrecieron la prueba de su producto al público y explicaron su opinión sobre el momento que vive el cabrales. "Somos de la política de menos producción, más calidad y más caro", expuso Aurora Gutiérrez, de la quesería Arangas, que se llevó el premio al tercer mejor lote del certamen. Gutiérrez, que en 2013 se llevó el premio al mejor queso de España (y al mejor queso azul) defendió el tiempo y el esfuerzo que lleva un producto que madura entre seis y siete meses en la cueva y que hay que trabajar todas las semanas.
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