No habrá descanso. Los trabajos de construcción de la autovía del Cantábrico entre Unquera y La Franca seguirán adelante con sus tareas durante el puente de la Constitución "con absoluta normalidad", según desvelaron ayer fuentes de la obra. Los operarios trabajarán el sábado, el domingo y el lunes. Y buena parte de ellos lo hará, como hasta ahora, en turnos de hasta doce horas, pues la intención de las empresas adjudicatarias es mantener también durante el puente las veinticuatro horas de actividad en varios tajos, tal y como sucede desde hace meses. Todo ello con un único horizonte: el 31 de este mes, que el Ministerio de Fomento ha puesto como fecha límite para la culminación de la obra.

Los operarios que hablaron ayer con este periódico aseguraron que los responsables de la obra les trasladaron ya hace meses la orden de trabajar "todos los fines de semana y todos los festivos, incluidos los de Nochebuena y Navidad", con el firme objetivo de cumplir los deseos de los dirigentes ministeriales para acabar la autovía este año.

¿Será posible concluir los trabajos el 31 de diciembre? El único escollo según los operarios, es el trayecto de las curvas de Villasola, entre El Peral y Bustio, porque el resto de la obra está acabada o a falta únicamente de los últimos remates. El problema es que en la zona de Villasola aún resta por ejecutar "mucha obra". Tanta que la climatología jugará un papel determinante: "si se mete a llover será imposible acabar este año", indicó uno de los obreros consultados, que añadió que "para hacer las cosas bien el Ministerio debería darnos un respiro y prorrogar el final de las obras uno o dos meses". Según este operario, los responsables de la obra están "empecinados" en acabar el 31 de diciembre, pero alerto de que "realizar determinados trabajos bajo el agua puede acarrear serios problemas en el futuro". Puso como ejemplo lo ocurrido en una ladera situada junto al túnel de Fabares, en Villaviciosa, en un tramo de autovía que fue inaugurado "a toda prisa" por el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, justo antes de las elecciones de 2003 y donde se registró pocos meses después de la apertura un argayo que mantuvo cortado un carril durante dos años.

Si por el contrario se registra buen tiempo en lo que queda de mes este operario ve posible acabar antes de las campanadas de final de año, porque el ritmo de trabajo "es tremendo". Una de las tareas más complejas que restan por ejecutar es la construcción de un muro de la mediana que separará las dos cajas de la autovía, ya que ambas discurrirán a diferente altura. Por el contrario, el trazado de la N-634, también de gran complejidad por los desmontes que fue necesario realizar, ya ha sido reconstruido en su totalidad en la zona de Villasola.

El trayecto entre el límite con Cantabria y La Franca pertenece al tramo Unquera-Pendueles, de 11,7 kilómetros, que se adjudicó en 106,8 millones, aunque posteriormente se elevó el presupuesto hasta 125 millones. La obra obligó a derribar 18 viviendas, dos naves industriales, un cobertizo, una cuadra y un hórreo. Las expropiaciones e indemnizaciones superaron los 10 millones de euros. Los argayos de Villasola y los recortes económicos mantuvieron paralizadas las obras durante dos años, entre julio de 2010 y julio de 2012.