Deshechos y destrozados, "muy mal". Así están los familiares de la niña que falleció en la tarde del jueves, sólo 22 horas después de haber llegado al mundo, en el Hospital del Oriente, en Arriondas. Un portavoz de la familia aseguró ayer a este periódico que, pese a no estar de acuerdo con la labor efectuada por los servicios médicos del hospital comarcal, prefieren no hacer declaraciones mientras exista un proceso judicial abierto.

Fue el padre de la recién nacida quien interpuso la denuncia en el juzgado de Cangas de Onís el viernes por la mañana, donde expusieron los motivos por los que creen que el proceder de los sanitarios no fue el correcto. "Allí ya se dieron las razones por las que no estábamos de acuerdo con la forma de actuar que tuvieron", relató ayer el portavoz.

Para los familiares estas razones están "claras", pero esperarán a conocer el resultado de la autopsia para decidir los próximos pasos. Este examen forense se le realizó a la pequeña alrededor de las 13 horas del viernes y fue un equipo del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) el que se desplazó hasta Arriondas para realizarlo.

Pese a que será el resultado de esta autopsia el que revele las causas de la muerte, fuentes sanitarias aseguraron que se produjo en circunstancias naturales. Describen un embarazo y un parto sin problemas y apuntan a un posible "problema metabólico de base" como el motivo de tan inesperado y doloroso fallecimiento.

La niña nació el pasado miércoles, día 3 de diciembre, en torno a las 19 horas, y falleció a las 17.20 horas de la tarde del jueves. Era el cuarto hijo de la madre y tanto ella como el padre, trabajador de una gasolinera de la villa llanisca, residían en la capital del concejo. Ambas familias están intentando "sobrellevarlo", pero el dolor es indescriptible.

Interpusieron la denuncia el viernes porque el jueves estuvieron hablando con la Guardia Civil "para ver la forma de proceder", explicó el mismo portavoz. También se entrevistaron con los responsables del hospital para "transmitirles el desacuerdo con lo que había pasado" y saben que el SESPA ya ha abierto un expediente para conocer lo que sucedió. No obstante, la familia de la pequeña quiere interponer otra denuncia ante el servicio asturiano de Salud.

Los denunciantes querían haber realizado una autopsia judicial, pero aseguran que no hubo tiempo. "Confiamos en que la autopsia sea lo más fiel posible y vamos a ver en qué para", concluyó el portavoz. El funeral por el eterno descanso de la niña se celebró ayer en la basílica de Llanes en la más estricta intimidad de su familia, que ahora intenta seguir adelante.