La Guardia Civil busca a los autores de dos robos registrados en menos de un mes en la pequeña localidad de Sotu Deu (Parres). Los vecinos viven atemorizados. El primer robo se produjo el 25 de septiembre. Al volver a su casa, a las nueve y cuarto de la noche, una vecina que vive sola se encontró en su vivienda con tres cacos que habían entrado por la ventana de la cocina. Presa del pánico, comenzó a dar voces y fue entonces cuando uno de los ladrones se llevó el dedo índice a la boca para indicarle que guardara silencio, segundos antes de darse a la fuga junto a sus compañeros por la misma ventana por la que habían entrado.
Según relata la mujer, los cacos bajaron sin prisa las escaleras de la vivienda y una vez en la carretera comenzaron a correr hacia un vehículo que no fue capaz de identificar para darse a la fuga. La mujer, en estado de shock, siguió gritando hasta que una vecina alertada por las voces acudió al lugar de los hechos y telefoneó a la Guardia Civil para denunciar lo ocurrido. Los agentes se personaron en menos de 20 minutos. Se procedió entonces al registro de la vivienda, "que estaba muy revuelta" y se constató que faltaban joyas y dinero. "Estoy muy triste porque eran joyas con gran valor sentimental que me habían regalado mi madre y mi marido y que dudo mucho que vuelva a recuperar ya", explicó la afectada. "Uno era rizoso y los otros dos tenían el pelo corto. Todos eran jóvenes y tenían barba", relata la propietaria que duda de que los agentes encuentren pruebas "porque usaron guantes".
Menos de un mes más tarde, a finales de octubre, se produjo un robo en otra vivienda de la localidad, que suma unas 20 casas. Esta vez los propietarios, que regentan un bar en Llanes, estaban fuera cuando sucedieron los hechos. Fue una vecina la que dio la voz de alarma al percatarse de que la puerta de la vivienda estaba abierta pero no había rastro del coche de los dueños. A mediodía llegó la propietaria con su suegro e inmediatamente avisaron a la Guardia Civil.
Los agentes tardaron más de dos horas en personarse ya que al no haber efectivos disponibles en Arriondas o Cangas tuvieron que desplazarse desde Panes. Al llegar, constataron que los ladrones habían entrado tras forzar una ventana que no se ve desde la carretera. Para ello treparon por un pequeño tendejón de uralita que quedó dañado. Varias llaves estaban tiradas en el pasillo, señal de que los cacos intentaron sin éxito abrir la verja que protege la puerta de la vivienda. Los vecinos creen que esto impidió que los cacos robaran objetos de mayor volumen como la televisión. "Da un poco de miedo porque en este pueblo tan pequeño nunca había pasado nada similar. Esperemos que los capturen pronto", señalan los residentes.
