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La carretera de Arriondas a Llovio registra seis accidentes en lo que va de mes

Los vecinos atribuyen el alto número de siniestros, el último el martes, al exceso de velocidad, el mal estado del peralte y los malos neumáticos

La carretera de Arriondas a Llovio registra seis accidentes en lo que va de mes

Cualquiera podría pensar que los 15 kilómetros de carretera de la N-634 que separan Arriondas (Parres) de Llovio (Ribadesella) están malditos. Hasta media docena de accidentes se han registrado en esta vía en lo que va de mes, afortunadamente sin víctimas mortales. El último se produjo el martes, cuando un coche que se dio a la fuga se estrelló sobre las 13.30 horas contra el quitamiedos en la curva del Arco, que ayer operarios de conservación de carreteras se afanaban en reparar.

Cinco de ellos se produjeron a la altura de Viña, según relata la vecina Mª Ángeles Corteguera, que además de lechugas y un par de vacas, últimamente visualiza coches en la huerta de enfrente de su casa. Según relata, el primer accidente se produjo el día 4, cuando una joven chocó con otro coche. Por la tarde una furgoneta se estampó contra la huerta, situada en el margen derecho en dirección a Oviedo. "El domingo se salió otra chavala que iba para Ribadesella y el pasado martes un matrimonio. La ambulancia vino para el primer accidente y también para atender a la mujer del matrimonio", relata. "Algo tenía la curva, estaría manchada con aceite. No es normal que se produzcan tantos accidentes en tan poco tiempo".

Un tramo que sí está señalizado como peligroso es el que discurre a la altura de Margolles. Son 3, 9 kilómetros en los que los conductores deben "poner los cinco sentidos", según el vecino del Llano de Margolles Ricardo Díaz. Este conductor habitual tiene claro cuáles son los puntos negros: la curva del pozo el Arco, antes del Picu la Vieya en las curvas de Artesanía, antes de llegar a El Llano de Margolles. "Hace años siempre que llovía había algún centellazo". Ricardo Díaz, repartidor de bebidas, asegura que lo fundamental para evitar accidentas es respetar las señales y traer los neumáticos en condiciones". David Corredera que recorre el tramo a diario con un camión de limpieza de 20 toneladas, lo achaca al exceso de velocidad y despistes. "El peralte puede estar mal . La carretera precisa de un asfalto más adherente y drenante", advierte.

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