Ocho familias residentes en los pisos de protección oficial de la calle Argüelles de Arriondas denunciaron ayer el estado de abandono por parte de Vipasa hacia unas viviendas que desde hace más un lustro sufren graves problemas de humedades, provocadas por las deficiencias en el sistema de desagüe de la cubierta del edificio.
Los afectados se instalaron en las casas en marzo de 2004 y en noviembre de ese mismo año ya se detectaron algunas manchas de grandes dimensiones en una de las viviendas del piso más alto. Con el paso de los años la humedad se ha ido instalando en todas las casas y a día de hoy esa humedad se ha convertido ya en goteras considerables durante las jornadas de lluvia. "Es muy triste venir de trabajar y tener que ponerte a achicar agua en tu casa", comenta la vecina Soraya Utrilla, que en los últimos tiempos ha visto agravados sus problemas con el asma.
Desesperado se muestra también Miguel Ángel Gabarri, que vive en el mismo bloque con su mujer y sus cuatro hijos de entre tres y 14 años y cuando llueve mucho tiene que poner calderos en el salón para evitar que las goteras encharquen toda la vivienda. Una situación que cree está mermando la salud de su familia. "Uno de mis hijos lleva dos meses intentado curar un catarro y mi mujer ha caído en una depresión", declara.
Tal es la magnitud de las humedades que ya ni se libran los sótanos del edificio, cuyas paredes presentan un panorama desolador que deja claro el alarmante avance del agua por los cimientos del edificio. "No se salva ningún punto del edificio", comenta la vecina y presidenta de la comunidad, Consuelo Redondo, que admite estar planteándose el traslado a otra vivienda. "Vivir aquí no puede ser sano de ninguna manera", apunta.
Por ello, los habitantes de estos inmuebles, que viven en régimen de alquiler, quieren que Vipasa, propietaria del edificio, se encargue de realizar las reparaciones oportunas. Sin embargo, son ya muchas las cartas escritas a este organismo sin recibir respuesta alguna y se sienten totalmente desamparados. "Pedimos ayuda al Ayuntamiento y nos dijeron que vendrían después de Reyes, pero todo apunta a que alegarán falta de dinero", dice Redondo.
Según los vecinos, la rotura de los canalones y la mala calidad de la cubierta estarían filtrando el agua a las viviendas. Con esta premisa, los vecinos sufragaron varias obras en las que gastaron 4.000 euros, que sirvieron de poco y les dejaron sin fondos. "No nos correspondía pagar, pero lo hicimos por desesperación y nos dimos cuenta de que sin ayuda era imposible", destaca la presidenta de la comunidad.
