La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arriondas ve necesario agilizar las obras para evitar inundaciones como las de 2010

Los vecinos celebran la contratación del estudio de actuaciones para reducir riesgos, que deberá estar listo en ocho meses

José Francisco García señala al fondo al hospital desde una zona afectada por las inundaciones. LUCAS BLANCO

Los vecinos de Arriondas cuentan las horas para ver hechas las obras destinadas a evitar inundaciones como las de 2010, cuando el desbordamiento del Sella obligó a evacuar el hospital y afectó a viviendas, calles y fincas. Nadie olvida esa fecha. Por eso, celebran la contratación por parte de Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) -organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente- de la redacción del proyecto.

Concretamente, la CHC ha adjudicado la realización del estudio por 172.287,59 euros a la empresa Fulcrum, Planificación, Análisis y Proyectos, que tendrá un plazo de ocho meses para determinar las actuaciones necesarias para reducir el riesgo de que las aguas de los ríos Sella, Chico y Piloña vuelvan a invadir la zona urbana de la capital parraguesa.

De momento, todo parece indicar que dichas actuaciones se concentrarán en las avenidas situadas entre el puente de la variante de Arriondas y las curvas de Ricao en el río Sella, puntos considerados como más peligrosos en el caso de que las fuertes lluvias hagan crecer el caudal de los cursos fluviales de manera considerable. Para ello se plantea la sustitución de puentes y estructuras que suponen un constreñimiento de la circulación fluvial, entre otras actuaciones.

Si bien es sólo un primer paso, los habitantes de Arriondas muestran su satisfacción porque estas iniciativas salgan adelante a pesar de la actual situación de crisis económica.

Es el caso de Jaime Intriago, residente en la zona del hospital de Arriondas. El hombre recordó ayer los efectos de las inundaciones que hace cinco años pusieron en jaque a los parragueses. "Tuvimos suerte porque las consecuencias pudieron ser mucho peores", se consuela Intriago, mientras señala la marca del nivel del agua todavía presente en las fachadas de los edificios situados frente al centro sanitario.

Intriago cree que las actuaciones son "bienvenidas pese al retraso" y sugiere ideas a los técnicos para evitar nuevos desbordamientos, apoyándose en su experiencia personal. "La clave está en evitar que el Sella no supere el parque de La Concordia", declara el vecino, que considera que fue la poca altura de la escollera del parque que da al río lo que hizo que las aguas llegasen al centro de Arriondas. "El agua pasó el parque e hizo que el Piloña remansara por todos lados", explica el parragués, que ve como otro elemento a sustituir la pasarela que une el parque de La Concordia con el de La Llera.

En la misma línea se pronuncia José Francisco García, que ve "muy positivo" la redacción del proyecto. Apunta a la falta de limpieza del cauce como uno de los principales aspectos a evitar para que no se repitan episodios como los de 2010. "Entonces había muchos árboles, arena y piedras acumuladas en las orillas que hicieron que los ríos se desbordasen", apunta este parragués, que achaca también muchos problemas en la seguridad fluvial a la mala ubicación de algunos edificios. "El hospital y los colegios no se debieron de construir tan cerca", sostiene.

Por su parte, Josefina Sánchez apremia a las autoridades a acelerar las actuaciones. "Cuanto primero esté hecho será mejor, pues los daños pueden salir más caros que las obras de prevención", opina esta mujer que guarda un claro recuerdo aquellas inundaciones históricas. "Había unas olas que no hay muchos días en la playa de Ribadesella", rememora Sánchez.

Compartir el artículo

stats