Cinco vecinas de Cangas de Onís y Arriondas sensibilizadas con el mundo animal acaban de crear la protectora "Huellas del Sella", una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es fomentar el respeto hacia los animales y procurarles un hogar digno.
Cansadas de ver como las mascotas que aparecían abandonadas en sus respectivos concejos eran trasladadas a una nave para sacrificarlas a los tres días si no encontraban dueño, estas jóvenes decidieron crear una red de casas de acogida a imitación de la de la protectora piloñesa "Animales de Oriente", con la que a menudo colaboran como voluntarias.
"Las protectoras existentes están saturadas, cada poco se dan nuevos casos de abandono, el más reciente el de dos canes en El Fitu que nadie recoge", lamenta la vicepresidenta de la asociación, Laura Fabián, que recuerda que "tener una perrera es una obligación de los ayuntamientos aunque en casas de acogida están mejor". Con ella coinciden la secretaria, Elena Simón; la tesorera, Carla Rodríguez; la vocal Noema González, y la presidenta, Marta del Valle. Por este motivo se han reunido con los alcaldes de ambas localidades. Aunque su objetivo de crear una perrera única gestionada de manera conjunta por ambos consistorios no parece viable, las primeras impresiones han sido buenas. El alcalde de Cangas, José Manuel González, se comprometió a ayudar y a ceder terreno cercano al mercado de ganados y "a correr con los gastos de instalación y alimento si conseguimos voluntarios", explica la presidenta, que no obstante resalta la necesidad de encontrar voluntarios para sufragar los gastos veterinarios de esterilización y puesta de chip.
Por su parte, el regidor parragués estudia "la posibilidad de ceder terrenos cercanos al campo de fútbol de Arriondas y que operarios municipales colaboren en la limpieza y alimentación de los animales", explicaron las fundadoras, que estudian promover iniciativas, como charlas en colegios, conciertos o cenas benéficas y acercamiento a asilos y personas con discapacidad.
