El I Trail del Sueve "La Pisada del Diantre", la carrera que se celebrará el próximo 5 de abril entre los concejos de Caravia y Colunga, discurre por senderos y rutas ya existentes y utilizadas por senderistas y ganaderos, y no se adentrará en el bosque de tejos. Así lo indicaron ayer la organización y la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos después de que tanto expertos como ecologistas mostrasen a través de LA NUEVA ESPAÑA su preocupación por el daño que podrían sufrir los tejos, una especie ya gravemente dañada por la excesiva población de gamos en la sierra.

Los organizadores destacan que la carrera discurre, en su mayor parte, sobre "PR" (pequeños recorridos) y no atravesará el bosque de tejos, sino que los corredores pasarán por una "zona de tránsito normal" que lo "bordea", un sendero empleado por los turistas que suben al picu Pienzu. En cuanto al hayedo de la Biescona, también se trata de un "PR" ya utilizado por senderistas. Los promotores de este primer trail inciden en que su idea es "ayudar y proteger el Sueve lo primero, y hacer algo que atraiga a la gente a Colunga y Caravia, pero dentro del respeto y el acatamiento a todas las normas". De esta forma, en su ánimo nunca estuvo "perjudicar nada ni a nadie".

La carrera cuenta con los permisos de hasta siete organismos diferentes. Este periódico comprobó ayer que la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos informó favorablemente su celebración por tratarse de senderos y rutas ya existentes. Los organizadores cuentan "con todos los permisos pertinentes" y aseguran que, "por supuesto", se van a ceñir a ellos.

Por otra parte, se mostraron "abiertos al diálogo" de cara a otras ediciones, para recoger "todo lo que sea mejorable" en la carrera.

Tanto expertos como ecologistas habían pedido que cambiasen el trazado de la carrera, algo que no harán este año porque cuentan con todos los permisos para ese itinerario en concreto y no tienen tiempo de solicitar otros. En la organización creen, además, que no están haciendo daño a los bosques de tejos y hayas del Sueve y aseguran que si así lo pensaran habrían sido ellos mismos quienes lo habrían corregido. La carrera cuenta, además, con más de cincuenta voluntarios para garantizar que no quede "ni un banderín ni un papel en el monte" y reiteran que no quieren hacer "ningún daño".

El botánico Ignacio Abella y el portavoz de la Coordinadora Ecoloxista d´Asturies, Fructuoso Pontigo, llamaron la atención sobre el peligro que corren los bosques de tejos y hayas y su ecosistema si el trazado de la carrera los atraviesa. Temen tanto por las plántulas de los tejos, ya comidas por los gamos, como por la infraestructura del suelo, delicado y casi desnudo.