Colombres, Emilio G. CEA
No lo pudo disimular. El sacerdote de Ribadedeva, Amador Galán, contempló absorto el retablo del altar mayor de la iglesia de Santa María de la Ascensión de Colombres con una amplia sonrisa en su rostro. Las labores de restauración de esta pieza neoclásica de finales del siglo XIX concluyeron en la mañana de ayer con la retirada de los andamios. Al frente del equipo de especialistas que ha trabajado en la iglesia está el piloñés Pablo Klett junto a la granadina Victoria O´ Donnell y la burgalesa Eloísa Nebreda.
Las tareas ejecutadas han consistido, según explica Klett, en la "eliminación de todos los elementos que distorsionaban el conjunto del presbiterio, en la conservación de la predela y de las columnas, además de unificar cromáticamente el conjunto para favorecer el recogimiento". La retirada del papel del presbiterio, "más propio de decoraciones palaciegas", es, según el restaurador piloñés y Amador Galán, la actuación más destacada. Junto a esto se ha llevado a cabo también el marmoleado y dorado de las piezas y la eliminación de las antiguas purpurinas del conjunto.
"Estoy muy feliz por el resultado de los trabajos. Hoy vemos una realidad nueva. En once años hemos llevado a cabo obras en el techo, se ha recuperado el antiguo suelo de piedra y ahora hemos intervenido sobre el retablo que parecía un expositor de papeles pintados", dijo Galán. La iglesia abrirá sus puertas de nuevo hoy a las 20 horas para acoger los cultos religiosos que hasta la fecha tenían lugar en el salón parroquial. Las obras en el interior de la iglesia no finalizan aquí.
En poco más de una semana se iniciarán las tareas para pintar en la bóveda un pantocrátor junto a los santos más representativos del municipio: San Lorenzo, San Roque, San Andrés, San Melchor y la Virgen María. En las pechinas irán las figuras de los cuatro evangelistas. El artista encargado de pintar este conjunto será el rumano Ioan Patriciu Gotia, miembro de los Discípulos de los Corazones de Jesús y de María. El conjunto de estas reformas se ha podido llevar a cabo gracias a los recursos de la diócesis y a las donaciones de los feligreses.
