Las doce mujeres que asisten en Parres al I taller de parentalidad positiva tienen clara una cosa: el curso es una herramienta fundamental para facilitar la comunicación entre padres e hijos y para mejorar su autoestima. Por eso exprimen al máximo las dos horas semanales que duran las sesiones, celebradas en el instituto de Arriondas. Aprovechan las reuniones para expresar sus dudas y sus miedos, y para compartir su punto de vista con otras madres.
El taller, que consta de cinco sesiones, está impulsado por el Plan de Infancia y Adolescencia de Parres, siguiendo los criterios de la profesora Raquel Amaya Martínez, de la Universidad de Oviedo, y cuenta con un foro autonómico. El temor a caer en la rutina y la falta de tiempo para pararse a reflexionar fueron algunos de los temas que se trataron ayer en la charla de grupo.
El balance que hacen las asistentes es muy positivo. "Aunque estudié un máster en Psicología estoy aprendiendo mucho. El curso me ayuda a sentirme más segura como madre y a mejorar la comunicación con mi familia", explica Caroline Kemball, francesa afincada en Arriondas desde hace nueve años y madre de tres niños, de 12, 11 y 5 años.
"Seguimos una metodología participativa y luego se llevan a casa materiales más teóricos a modo de resumen", explica Nuria Solís, trabajadora social del equipo territorial de la Consejería de Bienestar Social. "Son mujeres con hijos entre los 12 y 14 años que expresan su preocupación a la hora de afrontar una etapa en la que los niños empiezan a buscar su propio tiempo y espacio", explica Solís, que coordina el taller junto con la educadora de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, Elena García. "Tratamos temas como los límites, las normas y la comunicación asertiva, que preocupan a todos independientemente de sus circunstancias o de su formación", detalla García.
A falta de dos sesiones para acabar este programa para el desarrollo de competencias emocionales, educativas y parentales, las asistentes sólo lamentan una cosa: "que dure tan poco, porque los resultados son increibles".
Por ese motivo, las coordinadoras, que recibieron una formación específica, ya trabajan para poner en marcha un taller de once sesiones el próximo curso.
