Mucho se ha dicho, para bien y para mal, de la siempre llamativa personalidad y el hacer en los ruedos de José Tomás. Los entendidos le consideran el mejor de todos los tiempos; sus críticos le reprochan falta de técnica. En una de sus últimas apariciones, a principios de mayo, en Aguascalientes (México), se llevó grandes elogios. Allí, en 2010, estuvo a punto de perder la vida.