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El argayón de Parres estaba al caer

La piloñesa Begoña Estrada denunció a Fomento tres semanas antes del gran desprendimiento, tras chocar allí su coche con varias rocas caídas de la ladera

El argayón de Parres estaba al caer

Los responsable de la red de Carreteras del Estado sostienen que el gran argayón que el pasado 7 de febrero obligó a cortar el tráfico en la carretera nacional 634 a la altura de Arobes no se podía prever de ninguna manera. La versión contrasta de pleno con la de la piloñesa Begoña Estrada, que se llevó un buen susto justo donde ahora se encuentra el falso túnel que tiene por objeto evitar nuevos desprendimientos. La piloñesa conducía hacia su residencia en Infiesto, alrededor de las siete y media de la tarde, tras hacerse unas pruebas en el hospital de Arriondas, cuando se encontró en la vía varias rocas de considerable tamaño, según relata. "Me las llevé por delante porque atrás llevaba a mi hija de cuatro años y pensé que si frenaba el golpe de los coches que venían detrás serían más perjudiciales para ella", explicó. Como consecuencia del impacto el cárter del coche quedó destrozado y su espalda aún más. Arreglar el coche en el taller mecánico le supuso más de 400 euros pero las secuelas en la espalda aún perduran.

Las contracturas sufridas hicieron que Estrada recibiera una veintena de sesiones de fisioterapia y pidiera la baja durante cuatro días. A la niña, que iba en una sillita de alta seguridad, no le pasó nada más allá del susto, según cuenta la madre "pero podía haber sido mucho peor, pudo ocurrir una desgracia", sentencia.

El mismo día del accidente, la piloñesa, denunció los hechos ante la Guardia Civil. A los pocos minutos del accidente varios agentes se personaron allí para levantar el atestado. "Fueron muy atentos y rápidos", destacó Estrada, que aún se emociona cuando recuerda lo sucedido.

La piloñesa interpuso una denuncia contra los responsables de Fomento para que le paguen por los daños y perjuicios causados como consecuencia del mal estado de la vía, donde a los pocos días se produjo el gran "argayón" que cubrió por completo la carretera y parte de la vía del tren.

Han pasado casi seis meses desde el fatídico accidente pero Estrada no ha visto un euro. "El mes pasado firmé un poder al notario para que me represente en el juicio porque este se celebra en Madrid, con los costes que esto supone y el gran desgaste moral", apuntó la afectada, que no puede evitar alzar la vista con preocupación hacia la ladera cada vez que pasa por el lugar del siniestro. "Yo conducía con mucha precaución pero no hubo manera de esquivar las rocas", se justifica.

Para evitar un nuevo desprendimiento, Fomento instaló una malla de triple torsión y otra de red de cable, sujetas con más de 200 bulones en el punto kilométrico 347, además de falso túnel de 60 metros, cuya construcción obligó a restringir el tráfico hasta el pasado 25 de junio. Los usuarios reclaman una urgente revisión del trazado de la N-634 desde Sotu Dueñes a Ozanes.

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