Los vecinos de Lastres están satisfechos de que su lucha y su presión a los gobernantes haya dado frutos. La próxima semana podrán ir al médico en la villa, gracias a la reapertura provisional del consultorio que se cerró en la calle San Antonio el pasado 8 de junio por una plaga de pulgas.

Pero no cesarán de vigilar para que la Consejería de Salud cumpla su promesa de habilitar un nuevo centro de salud en la Oficina de Turismo. Mientras duren las obras los llastrinos ya no tendrán que ir al médico a Colunga, como planteaba el Principado en un principio, sino que podrán ser atendidos en su pueblo.

"Vamos a insistir en que esta obra salga adelante", explicó ayer el portavoz vecinal, José Ángel Moro, en la asamblea convocada junto a la Oficina de Turismo. A su juicio, lo importante es "consolidar la plaza en Lastres", algo que ha preocupado a los vecinos últimamente. Temían que la intención final de Salud fuera quitar la atención sanitaria de Lastres y pasar a los pacientes a Colunga. Salud siempre rechazó esta finalidad y prometió que el médico volvería a Lastres entre el martes y el miércoles de la próxima semana. Tanto con esta cuestión como con las obras para instalar el consultorio definitivo en la Oficina de Turismo, Moro planteó una cuestión: "Si nos engañan, nos engañan a todos", expuso también en alusión a los representantes de Foro y PP que estuvieron presentes en la reunión. Los responsables políticos han asegurado que en el local de la calle San Antonio ya no hay pulgas, pero no descartan que puedan volver a reproducirse. Tanto autoridades como vecinos confían en que no suceda, al menos no antes de trasladarse al nuevo centro.