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Los comerciantes riosellanos protestan por la competencia de los mercadillos

"Es dinero que se va fuera del pueblo", lamenta una empresaria

Los comerciantes riosellanos protestan por la competencia de los mercadillos P. M.

Entre los comerciantes de Ribadesella hay malestar por la frecuencia con la que este verano se están organizando mercadillos en la calle, una competencia que supone "dinero que se va fuera del pueblo". Así se explica Ana María Soto, propietaria de una joyería y una tienda de artículos de bebé que se pregunta, además, "quién paga impuestos en Ribadesella".

Soto entiende "que todo el mundo tiene derecho a vivir", pero critica que mercadillos como los de artesanía y azabache del pasado mes de julio se organicen "en plena época de verano. Es cuando los comerciantes podemos vender algo", explica antes de remarcar que en ambos eventos había productos que también ofrece en su joyería. Estela Rosete tiene una tienda de ropa y apunta: "Por que venga alguno no protestamos, pero es que estamos todo el verano con mercadillos". El Ayuntamiento ofreció a los comerciantes locales la posibilidad de estar presente en estos eventos, pero Rosete señala que por el tipo de negocios que hay en la villa no es posible. "Estamos en pleno agosto y no podemos abandonar el negocio para ir al mercadillo, ni tampoco pagar a alguien para que vaya", señala.

Ana María Blanco es propietaria de una tienda de bolsos y complementos y de una sidrería y es de la misma opinión. "Todo lo que traigan de fuera para vender, no lo vendemos los comerciantes", expone la empresaria antes de describir su problema con el mercado semanal, el de los miércoles. Los puestos que se colocan en la calle López Muñiz, donde está la sidrería, le ocupan buena parte de la terraza y pierde de dar "entre 125 y 150 comidas al día cada uno de los nueve miércoles del verano", subraya. Blanco pide ayuda para solucionar este problema y destaca a las "casi treinta personas" que emplea en su negocio.

También Ana María Soto desea que estos puestos del mercado semanal estén en otro lugar: "En el paseo del Boulevar, por ejemplo, no donde tenemos los negocios, porque siempre te quitarán de vender algo. Hay que mirar más por los del pueblo, que estamos aquí todo el año", concluye.

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