A pleno rendimiento. A tres jornadas del día grande de las fiestas de San Roque, motor de la actividad festiva en Llanes durante el mes de agosto, y a dos de las fiestas de Nuestra Señora en Poo y Andrín, el ritmo de trabajo en las tiendas dedicadas al alquiler de trajes de aldeana llanisca y porruano es frenético. Limpiar, doblar, planchar, ordenar y seguir alquilando hasta última hora forma parte del día a día de estos establecimientos. Las prendas se alquilan a una media de entre 90 y 100 euros para las tres grandes fiestas de Llanes - La Magdalena, San Roque y La Guía- en lo referente al traje de aldeana, y de 70 euros para los porruanos.
"Estamos en uno de los periodos de más actividad del verano aunque en los meses de junio, julio y septiembre hay también semanas como ésta", asegura Marina Tudela, de la tienda de alquiler de trajes Tere Blanco. Además de San Roque en Llanes, en la capital del concejo esta semana han alquilado prendas para San Roque en Vilde (Ribadedeva) y Panes, San Antoniu en Villahormes o Nuestra Señora en Andrín y Poo. "Aquí los limpiamos y lavamos también. Los trajes que se usan un día pueden estar listos para el día siguiente", señaló Tudela. En este establecimiento dicen no haber notado la crisis a la hora de alquilar, pero sí a la hora de vender.
Hasta 12 horas al día trabaja Raúl Herrero de media esta semana en su negocio ubicado en la calle Mayor. Dispone de 120 trajes. "Es muy difícil llegar a alquilarlos todos. La fiesta con más demanda es la Guía", dice. Limpiar los trajes en seco, con agua y amoniaco, y lavar y planchar la ropa blanca es la parte más pesada del trabajo. En el caso de las manchas más complejas hay que recurrir a la lavandería. El domingo para San Roque la actividad se anuncia frenética. Herrero vestirá el sólo a aldeanas de siete a doce de la mañana de manera ininterrumpida. "Los trajes más solicitados son los de porruano en oscuro. De aldeana está volviendo la moda del color rojo, que antes solo se utilizaba para las crías", dice. La proliferación de cursillos de confección de trajes en invierno hace que cada vez, según opina Herrero, haya más gente se haga su propio traje.
La tienda de alquiler de trajes Tere Sánchez es un continuo entrar y salir de gente. Al frente de la misma está Belén Sánchez Ramírez, sobrina de la fundadora del negocio, la recordada Tere Sánchez. Esta semana tiene trajes alquilados para San Antoniu en Villahormes, Nuestra Señora en Poo y Andrín, además de la Asunción en Colombres y, sobre todo, San Roque en Llanes. "Solemos tener mucha clientela fija, aunque en verano también viene gente de fuera que le llama la atención el traje y se visten para una fiesta concreta por mediación de amigos, o simplemente para hacerse una foto", explica.
En la localidad de Cue María Jesús Galán Fernández, actual propietaria de la tienda de alquiler Josefina Fernández, tan sólo deja de trabajar para comer. "A los trajes hay que quererlos y cuidarlos mucho", asegura Josefina Fernández ya jubilada y fundadora del negocio hace un cuarto de siglo.
El negocio ha cambiado mucho. "Antes recuerdo que, por ejemplo, el día de Nuestra Señora recogíamos los trajes alquilados por la tarde para limpiarlos durante toda la noche y tenerlos listos al día para San Roque. A día de hoy tenemos muchos trajes que ya no hacemos aquello", explica. Josefina Fernández ha inoculado en su hija el amor por una actividad muy sacrificada y que guarda en su interior las esencias de la ancestral tradición cultural llanisca.
