El Ayuntamiento de Llanes cerró ayer con dos grandes piedras uno de los accesos rodados a la playa de San Antolín (Beón), el situado más al este, con la intención de evitar la entrada de vehículos, en especial autocaravanas. Según las autoridades locales, la actuación se realizó por recomendación de la Demarcación de Costas y de la Guardia Civil, que arguyeron motivos de seguridad para cerrar el camino e impedir el paso de vehículos a una zona declarada inundable, en la que podían verse en las últimas semanas muchas autocaravanas, que según las autoridades locales vertían ilegalmente excrementos en el entorno del río Bedón.

El propietario del bar de playa situado junto al acceso, Ángel Sánchez Peón, lamentó ayer que se hayan colocado las piedras justo antes de su local, lo que le impide, por ejemplo, acercar el material y las bebidas con su vehículo. El empresario ve correcto que se cierre el acceso en vehículo a esa zona de la playa, pero destacó que esta actuación debería completarse, por ejemplo, con la limpieza de la aliseda existente en el entorno de la playa. "Hay ocho mil metros cuadrados de terreno que podrían acondicionarse como merendero o, al menos, dejarlo libre de porquería. No todo han de ser prohibiciones, habrá que acompañarlas con mejores servicios a los ciudadanos", añadió el llanisco, presidente de la Asociación de Bares de Playa de Llanes.

Sánchez indicó que no hubiera habido queja alguna en torno a l cierre si le hubieran llamado y se hubiera colocado "cinco o diez metros más hacia la playa". Lamentó que no se apliquen idénticos criterios y exigencias a todos los empresarios.