Los malos olores en la zona del puente ya son historia. El Ayuntamiento de Llanes, a través del Servicio Municipal de Aguas que gestiona Asturagua, ha logrado tras múltiples pruebas constatar la existencia de vertidos de aguas residuales en las proximidades del puente de Las Barqueras, en la calle Marqués de Canillejas. Dichos vertidos son los causantes de los malos olores que desde hace meses se vienen registrando en esta zona de la capital llanisca para disgusto de empresarios cuyos negocios están en las inmediaciones de este espacio y veraneantes.

Para poner remedio a la situación, el pasado martes varios técnicos de Asturagua realizaron una primera inspección y tomaron una serie de muestras, cuyos análisis posteriores permitieron confirmar la existencia de aguas residuales. En dichos trabajos para conocer el origen de los pestilentes olores en uno de los enclaves más transitados de la capital del concejo se llegó incluso a utilizar una pequeña cámara de televisión para poder visionar los puntos exactos donde se localiza la procedencia de los vertidos.

Las pruebas han verificado la existencia de dos pozos deteriorados del colector del saneamiento, lugar por donde se producían las filtraciones. En estos dos lugares, que se sitúan entre el puente de Las Barqueras y la rula antigua que ahora acogerá la oficina de turismo, se observó la existencia de agua de mar mezclada con aguas residuales.

Tras constatar el foco del problema el Ayuntamiento de Llanes, vía concejalía de Obras y con los técnicos de Asturagua, ha iniciado en la tarde de ayer las tareas para reparar los muros de los pozos y resolver la situación tanto de los vertidos como de los malos olores.

Los trabajos consistirán en el vaciado de los pozos y su limpieza. Hoy está previsto que se llevan a cabo labores para reparar las filtraciones y sellas las paredes. El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento integrado por Foro, Vecinos X Llanes, Partido Popular e Izquierda Unida, espera con esta actuación poder solucionar, de una vez por todas, la anómala situación creada en esta zona de la villa, especialmente sensible por la afluencia de turistas en la época veraniega.