La antigua escuela de Peruyes, en Cangas de Onís, ha sido de nuevo objeto de actos vandálicos. Los residentes denunciaron ayer que uno de los accesos a la construcción fue forzado. Como consecuencia, una de las puertas permanece totalmente desencajada mientras que la otra está parcialmente rota, quedando en abertal el edificio. Los vecinos aseguran que no es la primera vez que se producen este tipo de salvajadas contra el edificio, construido a finales del siglo XIX. "Es frecuente que en verano se produzcan gamberradas, sobre todo coincidiendo con las fiestas de San Bartolo", esgrimen.

"La puerta ya fue forzada en anteriores ocasiones para llevarse libros, expedientes, mesas, pizarras o incluso el hierro de las cocinas", explicaron indignados. Pero lo que más preocupa a los residentes, al margen de los robos, es la seguridad de los viandantes."Al quedar abierta, la escuela puede ser un peligro para los chiquillos que por curiosidad entren al encontrarse esta situada a escasos metros del campo de fútbol y la zona de recreo". Y es que en el interior de la construcción se acumulan restos de cristales de los ventanales rotos. También se pueden vislumbrar pupitres y otros inmuebles desvencijados. La escuela fue construida en terrenos de los vecinos de la parroquia de Margolles con la participación de capital indiano de las familias Diaz Rubin, Quesada González y González Díaz, según recoge Fermín Canella Secades en su obra "Asturias".

La escuela de Peruyes estuvo en funcionamiento hasta la década de los 80 del pasado siglo. Entonces cayó en desuso provocando un deterioro constante, que se agravó con el hundimiento de la cubierta en la parte posterior izquierda. Por este motivo, el pasado octubre el el Ayuntamiento de Cangas de Onís decidió acometer las obras de renovación en la cubierta, que presentaba numerosas goteras. Los trabajos fueron adjudicadas a la empresa Sadiez SL por 56.527,57 euros.

Los vecinos de Peruyes lamentan el estado de abandono en que se encuentra su escuela, recientemente incluida en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias por resolución de 16 de febrero de 2015 de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. "Deberían aunque fuera arreglar las ventanas, que están todas rotas y da pena verlas así", apuntó una residente. Aún se desconoce la utilidad que se dará en un futuro al edificio cuando su interior sea reformado pero el alcalde, José Manuel González Castro (PP), anunció en su día la intención de reunirse con los vecinos para buscar la mejor utilidad posible.

Los de Peruyes no son los únicos actos vandálicos registrados en la comarca estos días: el cierre de la iglesia de Bedón y el cercado de la ermita de San Martín, en Celoriu. también sufrieron percances similares.