La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El número de bodas en el santuario de la Cueva cae un tercio respecto a 2014

El enclave religioso piloñés batió en verano récords de visitas, pero los enlaces registrados se redujeron de forma considerable por segundo año consecutivo

El número de bodas en el santuario de la Cueva cae un tercio respecto a 2014 LUCAS BLANCO

La crisis de los matrimonios parece haber alcanzado ya también al santuario de la Virgen de la Cueva de Piloña. Si bien el enclave religioso había mantenido el tipo en los últimos años frente al descenso de bodas llegando incluso a aumentar en un 38 por ciento algunas temporadas, en los dos últimos años la tendencia parece haber cambiado, pues de los 29 enlaces celebrados en 2013 se ha pasado a 16 el presente curso.

Las cifras no dejan de ser positivas respecto a la época anterior al "boom" de los casamientos en la Cueva. En 2009 se retomaron las celebraciones de este tipo tras la culminación de la primera fase de rehabilitación del santuario y la novedad supuso que 13 parejas eligieran la joya de la corona piloñesa para darse el "sí, quiero". En 2010, la cifra se redujo a una decena de bodas y al año siguiente se pasó a una docena.

Fue en el año 2012 cuando se percibió un interés creciente por este escenario como lugar ideal para celebrar enlaces matrimoniales. Ese año se oficiaron 21 bodas, mientras que en 2013 se alcanzó el récord con 29. "Mucha gente elige este sitio por su belleza y por tener lazos con el concejo", explicó entonces el párroco y encargado del mantenimiento, Manuel García Velasco.

Esa tendencia alcista se cortó el año pasado, aunque también es verdad que con unos números muy buenos, ya que se celebraron 24 bodas, a pesar de que la temporada se comprime habitualmente entre los últimos meses de la primavera y octubre. Sin embargo, este año el descenso fue algo más pronunciado y hay quien apunta a que el descenso general de matrimonios ya se deja notar. "Es un lugar ideal para casarse y muchos se interesan por él", apunta el párroco, descartando que el descenso de bodas se deba a una pérdida de interés por el enclave. Esta bajada en las bodas choca frontalmente con el incremento en el número de visitas experimentado por el santuario en los últimos meses. "Ha sido el mejor verano que recuerdo en cuanto a número de excursiones y visitas de turistas", señala el sacerdote, que en los últimos días vivió la novena de la Cueva con gran afluencia de feligreses.

Entre los factores que sirven para explicar el aumento del turismo, tanto en el santuario como en su entorno, está el reciente acondicionamiento de la senda fluvial que une la Cueva con La Peridiella y que ha atraído a muchas personas interesadas en la naturaleza y las actividades al aire libre. "Pernoctamos en Villaviciosa, nos recomendaron que viniésemos y hemos quedado impresionados porque no sabíamos de su existencia y mucho menos que fuera tan bonito", comenta el vallisoletano Nacho Ballester, que escogió el Principado para pasar sus vacaciones por decimoquinto año consecutivo, pero nunca había estado en Piloña.

Las continuas mejoras en el santuario no sólo mejoraron su aceptación de cara al exterior, sino que también tuvieron una repercusión positiva en la propia población piloñesa, que cada vez suma con más fuerza a los diferentes eventos que tienen lugar en la Cueva como la fiesta patronal del pasado martes, que congregó a cientos de personas en los jardines. Implicación local que además quedará plasmada en un libro del santuario, promovido por la parroquia de Infiesto que verá la luz en fechas próximas.

Compartir el artículo

stats