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Ayotzinapa deja huella en Cangas

"La acogida es espectacular", destacan quienes llenaron las calles con 43 pares de zapatos en el aniversario de la desaparición de los estudiantes mexicanos

Varios asistentes posan en Cangas junto a 43 pares de zapatos en recuerdo de los estudiantes desaparecidos. C. CORTE

Las principales calles de Cangas de Onís amanecieron ayer adornada con 43 pares de zapatos desgastados. Uno por cada estudiante desaparecido hace un año en Iguala (México).

La iniciativa, que partió de los vecinos Javier Jiménez, José María Mola y Jacob Amo y contó con el apoyo de los círculos de Podemos, tuvo una cálida acogida entre la población. El objetivo de la "performance" era llamar la atención sobre lo ocurrido con los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa cuando se cumple el primer aniversario de su desaparición. "Pedimos un esclarecimiento total de los hechos, que se conozcan los responsables de los asesinatos y que se acabe con el pacto de impunidad que permite que sucedan estas cosas", dijo Jiménez, que recordó que los activistas que protestan a favor de esta causa permanecen en el punto de mira de policías y militares corruptos, entre otros.

Junto a cada par de botas se colocó la biografía de uno de los desaparecidos. Por la tarde, los organizadores las recolectaron todas para llevarlas a la Casa de Cultura, donde tuvo lugar el preestreno del documental "Ayotzinapa: crónica de un crimen de Estado". La película será proyectada hoy en diferentes partes del mundo como medida de presión internacional.

Hasta el abarrotado centro cultural, donde al cierre de esta edición iban a intervenir el diputado autonómico de Podemos Emilio León primero y estaba prevista una videoconferencia finalmente anulada con Omar García, representante de los 43 fallecidos después, se acercaron jóvenes como el piloñés Toni López. "La acogida es espectacular, al ir a recoger los zapatos nos encontramos con que sobre algunos incluso habían depositado flores", cuenta. El cangués David Vega, que al despertar se topó con la biografía de Dorian González, uno de los desaparecidos, en la calle Diego Celso Somoano, indicó que no viene mal la iniciativa "para que estas cosas no caigan en el olvido". Con él coincidía Natalia Peruyero: "si ponen un cartel pasa desapercibido pero esto llama mucho más la atención", aseguró.

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