Concienciar sobre la escasez de agua en África y conseguir 420.000 dólares para construir un nuevo sistema de abastecimiento para 18.000 personas en Tanzania son los objetivos que se ha marcado el danés Charlie Uldahl Christensen. El joven se echó a la calle desde su Esbjerg natal el 18 de mayo, coincidiendo con su 27 cumpleaños, y desde entonces no ha parado. Tras recorrer a pie Alemania, Holanda, Bélgica y Francia, hizo un alto en Ribadesella para coger fuerzas de camino a Portugal. Se trata de una peregrinación filantrópica que le llevará por 28 países hasta llegar a Tanzania dentro de dos años y medio.
El joven fue soldado en Afganistán cuando tenía 20 años y aquella experiencia le marcó para siempre. Después se enroló en barcos como el "Training Ship Danmark" para recorrer el mundo, hasta que en 2013 llegó a África para colaborar medio año en un orfanato de la aldea rural de Lengast, entre Arusha y Moshi. Allí descubrió que el sistema de aguas con dos bombas estaba obsoleto y que la gente camina 38 kilómetros diarios para poder abastecerse. De vuelta a su país decidió que tenía que hacer algo para mejorar la situación de esa gente e inició la caminata solidaria. "Mi objetivo es encontrar espónsores que financien el proyecto. Me gustaría instalar un sistema de agua sostenible con energía solar pero si no es posible ya hay alguna compañía interesada en hacerlo con diesel", cuenta el joven, que estos días se hospeda mediante "couchsurfing" en casa de Marcos García.
"Nunca pago por dormir, la gente es hospitalaria y me ayuda. En Europa las cosas son fáciles, cuando cruce a por Marruecos quizá se compliquen", dice el danés, que viaja con un carrito en el que carga sus enseres básicos y lleva acoplado una cámara Go Pro. Con ella graba sus experiencias, que luego comparte en walkingforwater.dk, una página en la que se puede colaborar con la causa.
